12 may 2018

35-18. PUIG LLANSADA EN LA MOLINA TODA PARA NOSOTROS. 10-5-2018.


Tras algunos cortes la nieve llega prácticamente hasta la Cima de Puig Llansada.

Carrer de la Muntaña, Volta de la Muntaña Sagrada, Costa Rasa, Pinar de la Carena y Cara Nordeste.
Salida 08:15 h. Llegada 12:15 h.
Sol.
Muy fácil.
Esquí de montaña.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Puig Llansada procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            La Masella y la Molina son dos estaciones de esquí que están no solamente próximas sino que físicamente están unidas: un teleférico sale de la Molina a desembarcar en territorio, digamos que de Masella; incluso una pista se llama Dos Estaciones.
            Por carretera están separadas por alrededor de media docena de kilómetros que haremos en un periquete para colocarnos en el Aparcamiento del Teleférico, es el que nos interesa de los cuatro que hay,  para prospeccionar la parte baja de la Estación de la Molina.

En el Torrente de Pal comenzamos a portear.

            Aparcamos y nos vamos de paseo hacia la zona del Barranco de Pal  previo paso por los dos estanques  artificiales de agua para los cañones hasta la confluencia de las Pistas Comabella y Volta de la Muntaña Sagrada.
            Liquidadas nuestras dudas de orientación cenamos en la furgo y  nos empiltramos dispuestos a madrugar un poco: tendremos mejor la nieve y además hemos de hacer la vuelta después.

La pista, bien orientada, conserva mucha nieve.

            Nos levantamos a las siete y cuarto, desayunamos y nos vamos con la furgo por el Carrer de la Muntaña que sube junto al Barranco de Pal hasta la confluencia con la Pista Olímpica. No hemos subido gran cosa pues estaremos sobre los 1730 metros de altitud pero nos hemos evitado casi un par de kilómetros de porteo.

Vista atrás desde Muntaña Sagrada aparece la Tosa de Alp.

            A las ocho y cuarto iniciamos el porteo por la pista que discurre en la orilla derecha del barranco hasta que, diez minutos después alcanzamos la confluencia de pistas en la que estuvimos ayer. Las dos tienen cañones y las dos presentan inmediatas manchas de nieve.
            Hemos ascendido al sur y aquí tomamos la pista que asciende al sudeste entre laderas erguidas y vestidas de pinos.

En Costa Rasa contemplamos nuestra continuación por los pinos.

            Nada más empezar el repecho aparece una mancha de nieve alargada que no creemos sea ya continua y nos equivocamos: el error nos saldrá barato pues cinco minutos después viendo que la nieve continúa nos calzamos los esquís y comenzamos a foquear para arriba.

Foqueando agradablemente entre pinos.

            Han limpiado la base de los cañones al objeto de realizar las tareas de mantenimiento pero por lo demás la pista está transitable con algunos incipientes cortes. Luego se arrellana bastante, se llena de nieve y se alarga hasta Costa Rasa, la zona intermedia de la estación.

Habíamos pensado otra vía de ascenso al Puig Llansada pero ha sido un acierto.

            Coronando la cara norte inicial de la estación está  el remonte que sube desde abajo y va a parar a la parte alta de la arista que hemos llevado a nuestra izquierda; por debajo de la misma y en la hondonada se encuentra el remonte  que en dirección sur nos señala nuestro objetivo enmarcado por un trío de pistas y de la parte oeste arranca una suave loma que dando un rodeo en sentido contrario a las agujas del reloj terminará confluyendo con el remonte de Torrent Negre.

Puig Llansada muy discreto con su potente loma oeste.

            Nosotros pretendíamos subir dando este rodeo pero el amplio collado y la loma están muy pelados, tanto que para echar una visual orientativa tendré que quitar esquís y como que no es plan habiendo nieve en otros lugares.

Hacia el Final del Remonte de Torrent Negre.

            Consecuentemente, estamos a 2050 metros de altitud, las pistas en torno a Torrent Negre son muy amables y se pueden subir por cualquier parte. Nosotros elegimos  el pinar que se larga al oeste del remonte, paralelo al mismo y por allí, directamente, nos vamos para arriba. La nieve soleada está estupenda para foquear.

Puigmal desde el Final de la Estación de la Molina.

            Remontada la ladera en la parte visible desde Costa Rasa, las pistas confluyen y se arrellanan  prosiguiendo muy llanas al sur mientras visualizamos muy en la distancia y discretamente el casquete somital de nuestro objetivo empequeñecido por la potente y bien nevada loma noroeste. De por medio nos separa el Torrent Roig subsidiario del Barranco de Pal.

Foqueando la Pala Cimera de Puig Llansada.

            Un día más hemos de foquear persistentemente y muy de llano para alcanzar el final de la silla que es el punto más alto de estación con 2300 metros de altitud; sabemos que  Puig Llansada está detrás y 100 metros más alto todavía.

Pedraforca desde Puig Llansada.

            Hay un pequeño promontorio  con la cabeza limpia de nieve que nos tapa la visión que nos interesa. Se puede faldear un poco por ambos lados y nosotros elegimos el malo, el del este que nos obliga a un descalce para coronarlo. Desde arriba visualizamos el pico con su cara este bien nevada aunque tanto la loma noroeste como su cumbre están peladas de nieve.

La Sudeste de la Tosa de Alp desde Puig Llansada.

            De por medio hay un par de cortes con insignificantes subes y bajas que hacemos con los esquís en la mano pues son muy breves. Alcanzada la Cabecera del Torret Roig iniciamos el remonte final suavemente ascendente sin necesidad de hacer la travesía que había proyectado para ganar la loma.

Saxifraga opossitifolia en la Cima de Puig Llansada.

            Alcanzaremos la parte más elevada de la nieve donde dejaremos los esquís ni siquiera una docena de metros debajo de la cima. La loma está pelada pero dando algo de vuelta por el sur se puede empalmar con un cordón de nieve que incluso rebasa la cima pero no la corona.

Foto de Cima en Puig Llansada.

            Son las diez y media de la mañana cuando alcanzamos el Vértice Geodésico de Puig Llansada situado a 2409 metros de altitud, el desnivel acumulado no ha llegado a 700 metros.

La nieve está bastante bien en Puig Llansada.

            Contemplamos al sur, espectacular como siempre, el Pedraforca de gratos recuerdos, al oeste la parte sur del Collado de Pal con su carretera y la Este de la Tosa de Alp. Al norte y en la distancia seguimos reconociendo el Macizo de Puigmal con mucha nieve y que, de alguna forma nos espera desde Francia pues Nuria no nos gusta por múltiples motivos. Hacemos algunas fotos y en un abrigo próximo de considerables proporciones  nos sentamos a echar un bocado al solecillo de la mañana que se cuela entre girones de nubes muy altas.


Mi chica puede con todo. 

            Nos lo tomamos con calma pero al final, sobre las once y cuarto iniciamos el descenso disfrutando de una nieve mucho mejor que la del día anterior: “primavera que me gusta a mí.”


La noche ha sido más fresca y la nieve está mejor que ayer en Puig Llansada.

            Giramos al gusto la cara este, con picardía solventamos los cortes con un solo descalce, mi chica ni siquiera se descalzará y nos vamos para abajo a disfrutar del pinar con nieve pelín dura a la sombra que resulta altamente disfrutona.


Disfrutamos el pinar cuanto podemos bajando de Puig Llansada.

            En Costa Rasa iniciamos el descenso de la Volta de la Muntaña Sagrada que bajaremos con algún cuidado sin tener que quitar esquís. Terminamos derrapando la última lengua de nieve hasta su final peleando con la estrechez extrema de la misma.


Esquiamos hasta la mancha de nieve más baja sin descalzar esquís. 

            Cargamos los esquís en la mochila y ocho minutos después estamos en la furgo. Son las doce y cuarto y tras pegarnos un pequeño remojón en el barranco sangrado por los dos estanques de agua de la estación celebramos con unas cervezas frescas esta inesperada y agradable doble sesión de esquí en un territorio desconocido para nosotros pero lleno de posibilidades que hemos de explorar en el futuro.


En el Barranco de Pal nos reciben las prímulas elatior.

            Después de comer nos vamos a por el Puerto de Tosas, las carreteras de montaña me gustan y nos bajamos al encuentro de la tormenta que nos regalará solamente unas gotas. Un par de horas después en casa con tiempo suficiente para disfrutar de nuestros nietos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.