29 jun 2016

NANA PARA TI GUSANITO.


Tres generaciones se contemplan. Es hora de dormir.

Duérmete niño mío
que el sol rojo se esconde,
terminó su camino
se descansa y se duerme.

Duérmete niño bueno
que hoy ya es muy, muy tarde,
que la luna en el cielo
hace ya ratos que arde.

Duérmete lucerito
que todas las estrellas
salen, sí, de paseo
relucientes y bellas.

Duérmete mi angelito
porque se acaba el día,
entorna tus ojitos…
eres nuestra alegría.

Duérmete gusanito,
duérmete hasta mañana,
que un precioso angelito
vela y guarda tu cama.
Asimiroasiveo. 29-6-16.

Dormido entre las estrellas.

27 jun 2016

AGUAS, ESPUMAS Y ARENAS MEDITERRANEAS.

         La llama de unos leños que arden en una sinfonía vibrante de rojos azules y amarillos nos ofrece un bálsamo relajante para nuestros ojos secuestrados por su magia sinigual.
Las aguas de los ríos viniendo a nuestro encuentro para alejarse luego de nosotros, también suele ser innegable foco de atención.
Las saltarinas aguas de una fuente.
Y el mar...


Con su concierto infinito de espumas sobre la playa.


Cabalgando constantes sobre las arenas 

nos subyugan y embelesan sin duda.


Un concierto sin par de verdes, ocres, azules y blancos

secuestran a nuestros ojos hacia la inmensidad,

  nos hechizan intemporalmente creando caleidoscopios de espumas 

que saltan acuosas sobre las rocas


o nos acarician  agradecidas por nuestra idolatrada e infinita  contemplación.


DE LA QUE NOS HEMOS LIBRADO. 5-7-2016.



         No acostumbro a manifestar mis opiniones en cuestiones de política aunque creo tener derecho, como cada quisqui, a hacerlo  incluso en periodos de campaña electoral.
          Han pasado las elecciones  y sin que nos hayan satisfecho los resultados, a quien sino a los políticos que siempre ganan todos, me vienen a la memoria las Mentiras de Podemos; claro que se me puede decir que mienten todos en campaña electoral.
      La formación política morada prometió un aumento de la recaudación fiscal  para llegar hasta los 120.000 millones de euros, por largar que no quede, atribuyendo ese logro a un incremento del 2% sobre las rentas de la “casta” es decir, de los más ricos.
     Se estima que la recaudación impositiva sobre las clases privilegiadas, objeto del incremento de la recaudación prometida, asciende actualmente a 10.000 millones sobre sus emolumentos declarados. ¿Declararán más?
     Como elemento sumatorio prometía conseguir alrededor de 30.000 millones más como consecuencia de su particular lucha contra el fraude fiscal y la recaudación de impuestos de naturaleza medioambiental.
     El resto, a mí me faltan alrededor de 80.000 millones, se obtendría verbigracia del crecimiento económico, ese de larán larán.
       Si Unidos Podemos hubiera ganado las elecciones y hubiera llegado a formar gobierno sin renunciar a sus promesas-mentiras económicas, ¿sabéis quién hubiera tenido que pagar esas mentiras prometidas? Pues tú honrado contribuyente-trabajador y yo que no pertenecemos al “castuzo”,  los de siempre; pero eso ni siquiera Podemos se atreve a decirlo ni aún en campaña electoral.
     ¡De la que nos hemos librado! Pero no hay que celebrarlo demasiado ya que  tenemos lacras a granel y “sarna no nos va a faltar.”

Imágenes de Google.

16 jun 2016

44-16. CIRCULAR COMPLETITA AL MASCUN. 15-6-2016.


El Saltador de las Lañas. 

Rodellar, Cheto, Senda de Pallebla, Senda de las Zinglas, Saltador de las Lañas, Senda de las Peñas Altas, Otín, Dolmen de La Losa Mora, Costera de Otín y Barranco de Mascún.
15-06-2016.
Desniel acumulado1100 m
Dustancia recorrida 22000 m.
Tiempo efectivo 06:45 h.
Mixto.
Fácil.
Senderismo.

Agua en Otín y en el Barranco de Raisén y el Mascún según costumbre y época y en las Fuentres de Mascún.
Ruta circular entretenida y larga con una primera parte, Senda Pallebla, con poco interés y que requiere de  buenas referencias para poder seguirla.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Mascún procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Hace ya algunos años, allá por el 2004 hicimos una circular al Mascún Inferior. El barranco y sus formaciones calizas, no fácilmente igualables, nos agradaron. Quedaba más Mascún pero nosotros somos de secano y los barrancos pues como que no. Pero más tarde que pronto terminaríamos por volver para dar “una vuelta más al puchero.”
            Hay una circular bastante completa que enlaza una serie de sendas facilitando un recorrido que puede resultar interesante y en ello estamos hoy 15 de Junio de 2016.       Como casi siempre, han llenado el Pirineo de incertidumbre y nos bajamos a Guara, nos equivocamos de carretera y finalmente aparcamos a la entrada de Rodellar cuando van a ser las diez menos cuarto de una mañana que teje nubes en el cielo.

Caminamos entre paredes hacia la Pardina Cheto.

            Estamos alrededor de los 750 metros de altitud y comenzamos camino subiendo a la carretera y llegando a la parte baja del pueblo donde un cartel nos indica Cheto y Ermita de la Virgen del Castillo.
            El camino, en dirección, norte baja un poco y se incrusta  muy limpio y transitado entre muros de piedra seca. Tenemos algunas dudas en cuanto a su señalización pues hay que saber que se trata de una ruta compuesta por varios tramos de camino por lo que será conveniente, además de tener una decente orientación, poseer algunas claves direccionales. Lo cierto es que lo encontraremos mejor señalizado de lo esperado.

Localizando el camino en el Barranco de la Viergen del Castillo.

            Remontamos al solecillo de la mañana que se cuela entre nubes y alcanzamos la Pardina Cheto con su caserío medio derruido para proseguir camino adelante hacia la Ermita de la Virgen del Castillo para abandonar enseguida en un cruce acartelado y proseguir hacia los Pozos de Hielo de Bagüeste.
            El camino muy limpio y medianamente transitado no baja al Barranco de la Virgen sino que prosigue por la ladera izquierda del mismo hasta que, bastante arriba, lo atraviesa para proseguir en dirección norte y por la ladera opuesta hasta alcanzar la parte alta de la misma en ascenso claramente significativo.

La Costera de Otín desde uno de los Miradores del Mascún.

            Alcanzada la loma, bastante limpia de vegetación nos desviamos a nuestra izquierda para asomarnos al Mascún en una especie de mirador sobre las Agujas de Cagatés y  desde el que contemplamos la Costera de Otín y la zona de la Losa Mora que es pon donde pretendemos volver.

El Puyal de Otín desde el segundo mirador. 

            Luego continuamos loma arriba por una zona de genista que comienza la floración para enseguida alcanzar un par de collados sucesivos y luego una zona pedregosa en la que un cartel nos envía a nuestra izquierda en suave descenso hacia Letosa.

En el Barranco de la Glera reorientados a Letosa.

            Atravesaremos un encinar no demasiado extenso en un sube y baja más o menos continuo que nos deposita en un pequeño rellano con restos de muros de una paridera frente a Otín.

En el Corral de Campo Cebollero.

            Aquí proseguimos al norte para entrar en la cuenca del Barranco Fornazos que atravesaremos en horizontal para detenernos en el camino y echar un bocado. Son las doce menos cuarto.
            Alternando rellanos con pequeños ascensos y orientados por las paredes del Corral de las Chocas, muy mimetizadas con el paisaje, entre los Barrancos de las Chocas y la Cañada recorremos el ámbito del barranco. Hay que decir que en este final de primavera todos los barrancos bajan secos.

En los Corrales de Letosa.

            Pasamos junto a las paredes del corral y enseguida alcanzamos el punto más alto de nuestro recorrido sobre los 1180 metros de altitud frente a los Oscuros de Otín.
            Un cartel nos invita a dejar el camino a Letosa y tomar finalmente el del Saltador de las Lañas que aparece por primera vez y ya era hora. Se trata del Inicio del Sendero de las Zinglas.

Buscando el Saltador de las Lañas.

            Se ha terminado nuestra primera inquietud con el Camino Pañebla  y nuestra vista ya hace algún rato que otea las paredes de la vertiente derecha del Mascún sobre los Puyales de Otín y Letosa y el Barranco Raisén.
            Descendemos por la loma en busca de las paredes que se precipitan hacia el Mascún sorprendiendo a un trio de cabras asilvestradas y tras pasar  un primer tramo rocoso, escalonado y corto,  alcanzamos la base de las paredes.
            El camino prosigue para abajo por la faja rellena de vegetación hasta que nos deposita en las paredes.

La espectacular Faja de las Zinglas.

            Las paredes son recorridas por un hendidura horizontal y suficientemente amplia para el tránsito, perdida en mitad de las verticales paredes que nos recuerdan a las del Congosto de Mont Rebei o a las del Chemin de la Mature.
            En el final de la hendidura, próximos al Mascún visualizamos el Saltador mientras proseguimos por un camino que quiebro tras quiebro nos deposita en el Cauce del Mascún sobre los 950 metros de altitud.

En el Saltador de las Lañas.

            Es la una y cuarto cuando contemplamos el Saltados de las Lañas que es una doble cascada de alrededor de 30 metros de los cuales los dos tercios inferiores son salvados por un reducido chorro de agua que saltando por el vacío alcanza una poza de unas aguas verde turquesa encantadoras.

La continuación del Sendero de las Zinglas en la ladera derecha del Mascún.

            Hacemos fotos, charlamos con cuatro barranquistas que acaban de bajar el tramo del saltador y que se marchan a por las Cascadas de Guara mientras nosotros cruzamos el barranco vestido de ocres clásicos de las aguas calizas como las del Mascún y tomamos el camino que transitará por la ladera derecha del barranco.

El Ibicio de la Senda de las Zinglas desde una de las Proas del Mascún.

            El camino se orienta al sur y claro, el río para abajo y el camino para arriba, enseguida toman distancia entre sí, por una faja amplia de la que salen proas para poder observar el barranco hacia los Oscuros puesto que el Saltador enseguida desaparecerá de nuestra vista.

Repetidos parajes hacia el Barranco de Raisén.

            Luego alcanzamos las paredes del Tozal de Letosa y en ellos una hendidura similar a la recorrida en la otra orilla e igualmente espectacular.
            La hendidura prosigue por una faja con algún punto estrecho que se orienta al oeste introduciéndonos en el Barranco Raisén. Se trata de un barranco bastante angosto y corto que se cierra con paredes verticales y del que es difícil ver el fondo del mismo.

La chopera del inicio del Barranco de Raisén.

            Aparece en la cabecera del mismo unos álamos lombardos, se trata de la Chopera de Raisén que ocupa un rellano sedimentario del que arranca el barranco, lugar en el que termina el Sendero de las Zinglas.

Una gigantesca ventana en Mascún.

            No hay que alcanzar la chopera sino cruzar el barranquillo por el que baja un hilillo de agua e iniciar el ascenso de su ladera derecha para alcanzar una faja amplia, que enseguida se angostará  y en la que un caminillo la irá recorriendo de proa en proa desde las que se descuelgan nuestros ojos en busca de agujas y farallones rocosos que salpican el Barranco de Mascún haciéndolo un enclave especial y quizás único.
El Sendero de las Peñas Altas.

            Se trata del camino de las Fajas Altas y hay que recorrer sucesivamente un par de fisuras en las paredes del Puyal de Otín en el que iremos ganando altura poco a poco y disfrutando con las flores abundantes como en todo el camino aunque más avanzadas en esta zona orientada al sol saliente.

Manojo de lino blanco en el Sendero de las Peñas Altas.

            Pasamos sobre los oscuros de Otín y terminadas las paredes, el camino asciende suavemente por terreno despejado pero cubierto con el sotobosque clásico de Guara hasta alcanzar el Collado de Otín desde el que, enseguida contemplamos el pueblo.

Llegando al Barrio Alto de Otín.

            El camino tras unas revueltas descendentes coincide con una pista que viene de Letosa y se adentra en las ruinas del Barrio Alto de Otín. Estamos sobre los 1030 metros de altitud cuando son las dos y cuarto.
            Tenemos la opción de volver por el Camino del Turmo, por la Costera de Otín o por la Losa Mora y el Barranco de la Garganta pero elegiremos uno que combine los dos anteriores y así, al paso, Juanillo conocerá el dolmen: un poste indicador  nos lo facilita.
            Tomamos el camino al Dolmen de la Losa Mora que bastante rectilíneo transitará suavemente en ascenso o llaneando al sudoeste. Queríamos haber comido en el pueblo pero lo abandonamos en busca de un lugar con piedras para poder sentarnos ya que la genista lo invade casi todo.
            Pasaremos junto al Refugio Norbert Nieto que está abierto y en decentes condiciones para poder pernoctar pues hay camas de madera y todavía caminaremos alrededor de media hora para alcanzar un pequeño collado desde el que vemos el panel explicativo del dolmen.
            Estamos a 1110 metros de altitud y paramos a comer.

Llegando al Dolmen de la Losa Mora.

            A las tres y cuarto, media hora después, nos alargamos hasta el Dolmen de la Losa Mora situado a 1080 metros de altitud, hacemos unas fotos y tomamos el Barranco de la Lupera que en dirección este nos ha de acercar al Mascún y antes a La Costera de Otín.
            El vallecillo amplio, tiene un camino que obliga a fijarse para poder seguirlo pues está escasamente transitado. Luego se estrecha y ahonda un poco para alcanzar un poste indicador en el que continuaremos trayectoria por un camino que enseguida se pierde en las paredes del Mascún
            Hemos de volver al cruce anterior y tomar el camino que en lugar de bajar asciende  un poco, pasa junto a un par de robles majestuosos y enseguida llanea un poco y se va para abajo con la intención de alcanzar el cauce seco del Barranco Mascún más abajo de los Oscuros de Otín.

La Ciudadela y la Cuca de las Bellostas.

            La costera ofrece un repechón considerable en el que una buena parte incluye una serie de lazadas continuas en terreno calizo descarnado. Nos cruzamos con un nutrido grupo de senderistas franceses que suben hasta Bara, no localizamos el camino de la mañana sepultado en el sotobosque de la ladera izquierda del barranco  y alcanzamos las inmediaciones de la Ciudadela y la Cuca de las Bellostas que fotografiamos con poca luz y un tanto distantes.
            Poco después alcanzamos el cauce seco del Mascún Inferior y proseguimos al sur por el lecho del barranco pasando pozas secas que marcan el nivel del agua con sus depósitos calizos. Estamos a 770 metros de altitud.
            Es más bonito el barranco con agua pero es lo que hay, cada época tiene sus encantos y si en esta ya no hay agua a cambio el recorrido ha estado cosido de flores.

Pasamos junto al delfín de Mascún. 

            Enseguida alcanzamos la Pared del Delfín de Mascún y sucesivamente el inicio de la Ferrata del Espolón de la Virgen ya con agua en el barranco y con personal un poco por cualquier parte dada la proximidad de Rodellar.
            Alcanzamos a continuación las Fuentes de Mascún en la orilla izquierda del barranco, echamos unos tragos de agua y proseguimos al sur para tras un pequeño error volver sobre nuestros pasos y tomar el camino que discurrirá por la orilla izquierda del barranco para abandonarlo enseguida.

Reflejos cerca de las Fuentes de mascún.

            Creo recordar como así será, que el camino se eleva por las paredes muy transitado y que enseguida remonta  para alcanzar la parte central del pueblo. Son las cinco y media de la tarde.
            Todavía nos acercaremos a la iglesia y luego nos bajaremos hasta el Camping Mascún: Anda Alvarito, mira a ver si pones un cartel en la entrada de abajo que tienes cerrada.
            Alvaro y Adela se han marchado ya a Huesca, tomamos unas cañas y alrededor de las seis cogemos el coche y nos volvemos, ahora sin errores, para nuestras casas.
            En la ducha soltaremos los 1100 metros de desnivel que hemos acumulado, repechón a repechón en la circular y los 22000 metros que habremos recorrido, en un día de vicio para caminar y que por ello lo hemos hecho durante casi ocho horas, lo que no es un tiempo excesivo.
           

13 jun 2016

43-16. ARNOUSSERE Y ARNOUSSE POR EL PLATEAU DE LA GENTIANA. 12-6-2016.


Casquete Somital Norte de Arnoussere.

Chalet Cadier, Plateau de la Gentiana, Col Lazaque, Arista Norte, Arnoussere, Laquette Arnoussere, Col Mayou, Col Arnousse, Arnousse Norte, Arnousse Sur, Col Mayou y Ladera Oeste de Murlorum.
12-06-2016.
09 h.
14:45 h.
Nublado.
Fácil.
2 p.
1 d.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Arnoussere y Arnousse procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            El Plateau de la Gentiana hacía tiempo que nos llamaba. Queríamos conocerlo desde aquel día en que desde un lugar tan distante como el Pic Soum de Aspe aparecía el Lac y el Col des Gentianes.
            Hace un par de años cuando pasamos por la Cabaña de Arnousse, estuvimos tentados de remontar hasta el Col Lazaque y asomarnos para verlo pero… aquel día teníamos otros beatíficos intereses.

Genistas en flor de camino al Plateau de la Gentiana.

            La meteorología para el 12 de Junio de 2016 anuncia una mañana decente con tendencia a evolucionar a peor  y trataremos de aprovecharla para probar las rodillas después de la “nefasta experiencia vasco-navarra” y, de paso, subir al Arnoussere por una vía desconocida que además nos permitirá contemplar  el pico sin nieblas: aquel día del 2012 no se veía un carajo.

En la vuelta del Chalet Cadier tomamos el Camino al Plateau de la Gentiana.

            Queremos hacer una circular  y elegimos salir del Chalet Cadier  situado en la vertiente francesa 3 kilómetros más abajo del Puerto del Somport, a 1429 metros de altitud. Son las nueve cuando nos ponemos en marcha.

La Sudoeste del Arnoussere.

            El camino arranca de la gran revuelta del Centro Peyrenere, deja el naciente barranco por el que transita el Camino de Santiago y marcha por la ladera en suave ascenso al norte para separarse de la carretera que tras la revuelta del Aparcamiento de Sansanet marcha Valle de Aspe para abajo.

Arándonos con todo el verano por delante.

            La mañana está medianucha con estratos asentados sobre las puntas circundantes más altas pero divina para caminar y en suave y rectilíneo ascenso roto solamente por unas zetas enseguida  contemplamos les Forges de Abel y la Montagne de Couecq de gratos recuerdos.

Hayedo de Lazaque en la Oeste de Arnoussere.

            Hemos iniciado el faldeo de la Oeste de Arnoussere y entramos en el hayedo para recorrerlo prácticamente en horizontal, atravesando un par de discontinuidades del mismo  y alcanzar la zona del Plateau de la Gentiana ; bueno, lo de plateau es un decir ya que se trata de un inclinado y no demasiado amplio rellano que se alarga hacia el Col Lazaque mientras giramos al este. Del camino para abajo aparece una cuenca más o menos llana que se ahonda vestida de verdura para sucumbir en el hayedo que aguarda abajo.

Les Forges de Abel y la Montagne de Couecq desde el Plateau de la Gentiana.

            ¡Y las gencianas? No se trata ni gencianas nivalis ni acaulis que están en época de floración y que aquí prácticamente no vemos sino de gencianas luteas, abundantes pero a las que le falta un mes para la floración. Así que, quien quiera verlas en flor que venga para Julio.

Llegando al Col Lazaque.

            Prácticamente de llano alcanzamos el Col Lazaque situado a 1730 metros de altitud, un amable collado de verdura del que no parte camino alguno al sur. Son las diez de la mañana.

Cebollar de asfódelos gamón blanco para alcanzar la Norte de Arnoussere.

            Se puede tomar la arista pero preferimos proseguir camino que cambia de valle hacia la Cabaña Arnousse en dirección sur pero enseguida nos damos cuenta de que se ha terminado el camino convencional para nosotros y consecuente lo abandonamos antes de que comience a ahondarse, para ganar enseguida y a través de un cebollar de asfódelos gamón blanco que empiezan a florecer, la Arista Norte de Arnoussere unos metros por encima del Col Lazaque.

El Col Lazaque desde la Norte de Arnoussere.

            La arista vestida de praderío  con tramos salpicados de pino negro acoge el rododendro, el enebro, el mirtillo u arándano y la gayuba y compuesta de resaltes sucesivos se va para arriba.
            Subidos un par de resaltes bajamos una treintena de metros y alcanzamos un colladito desde el que contemplamos nuestro camino en el Plateau de la Gentiana y desde el que hemos visto que se podía recortar el recorrido de ascenso pero que no hemos hecho porque nuestro objetivo era conocer el Col Lazaque.

En la Norte de Arnussere.

            Transitamos la arista recorrida intermitentemente por caminillos de animales aunque no sean necesarios. No hay hitos pues los rebecos no acostumbran a hacerlos pero si hemos visto una torreta de considerables dimensiones obra de pastores aburridos y con mucho tiempo en una zona donde aflora la piedra.

Un caminillo de animales faldea unos dientes rocosos por el este.

            Hemos visto ya la Cima del Arnoussere  todavía lejana, el Col Mayou, el Arnousse y su collado, también el Benou, Belonseiche empenachados de nieblas y ocasionalmente Escalar, Monjes, Midi, Hourquette… y los corredores que arrancan de los Collados de Benou y Audas… tenemos unas ganas…

La Norte de Arnoussere desde la Cima de Arnoussere.

            Poco más adelante veremos la Cabaña de Arnousse, subimos un resalte más y contorneamos unos dientes rocosos por el este para ganar un amplio collado del que arranca el Casquete  Somital de Arnoussere, al que ascendemos por amplio praderío para alcanzar la cima situada a 2034 metros de altitud.

En la Cima de Arnoussere.

            Se trata de una amplísima cima plana, deprimida hacia el oeste, vestida de verdura y coronada de pizarras metamórficas astilladas en las que nos sentamos a echar un bocado. Son las once de la mañana.

Laquette y Casquete Somital Sur de Arnoussere.

            Desde aquí se aclaran nuestras falsas ideas al respecto del pico: aquella mañana de invierno del 12, en medio de las nieblas no vimos nada pero no coronamos el Arnoussere sino la punta inmediata y al norte del Col Mayou y de allí al Arnoussere, que es donde estamos, hay un conjunto de lomas conocidas como Murlorum.

Detalle de la flor de la gayuba o buxareta.

            Veinte minutos después continuamos arista adelante en dirección sur para alcanzar poco después el Laquette de Arnoussere situado a 1960 metros de altitud y proseguir girando al este suavemente y en ascenso sucesivo de dos prominencias más, la segunda de las cuales es la de mayor altura de la zona.

Benou y Arnousse desde cerca del Col Mayou.

            Luego tras un suave ascenso alcanzamos la punta en la que estuviéramos en su día y acotada a 2082 metros de latitud y que domina el Col Mayou. Son las doce de la mañana.
            Desde aquí contemplamos  la otra arista que arranca al sur del Col Mayou  con cara de pocos amigos y que remata en lo que algunos mapas llaman Monte de Astún y que es la Cima Sur de Arnousse pues el pico tiene una doble cima, esta herbosa y la otra al norte rocosa y afilada separadas por unos centenares de metros. También contemplamos la trayectoria a seguir para alcanzar el Col Arnousse y detrás Benou.

Arista Oeste de Arnousse y atras Arnoussere.

            Descendemos unos metros escalonados hasta alcanzar el Col Mayou situado a 2033 metros de altitud y antes de iniciar el cierre de la circular nos vamos a acercar a las Cimas de Arnousse. Para ello y desde el collado descendemos unos metros para faldear las dos cimas por la cabecera del rellano bajo el Col Mayou y alcanzar la arista nacida en la cima norte y por la loma sin caer al barranquillo llegar al Col Arnousse situado a 2080 metros de altitud.

Vertiente Este de la Cima Norte de Arnousse. 

            Antes de ascender a la cima situada al norte me alargaré en suave descenso unos metros para contemplar los tres corredores que permiten el descenso hacia los paraaludes a los que llega una pista que arranca de la Carretera de Astún y desde allí iniciar el remonte de un centenar de metros por ladera herbosa que en mediano ascenso en dirección oeste, nos permiten alcanzar las rocas cimeras a las que se asciende fácilmente pues el conglomerado metamórfico está muy escalonado.

Las dos cimas de Arnousse.

            Estamos en la Cima Norte de Arnousse situada a 2120 metros de altitud. Hacemos algunas fotos y bajando las rocas por el mismo lugar continuamos cresta adelante en dirección sur y en busca de la otra cima.

En la Cima Sur de Arnousse. 

            Recorremos los alrededor de 300 metros por una loma-arista vestida de praderío salpicado de rocas aisladas y enseguida alcanzamos la Cima Sur de Arnousse situada a 2141 metros de altitud cuando es la una del mediodía.
            Parece que la nubosidad se ha levantado y disipado bastante  lo que nos permite disfrutar de un mejorado paisaje, contemplamos la arista que baja hasta el Somport y que ya hemos subido y volviendo unos metros hasta el collado próximo nos sentamos a comer. Hasta casi sale el sol.

La Arista Sur de Arnousse hacia omport.

            Media hora después iniciamos el descenso hacia el Col Mayou. Para ello tomaremos un corredor herboso e inclinado que articula la cara noroeste de la punta sur y que arranca justamente de donde hemos comido.

Bajando el Corredor Oeste de Arnousse.

            Algo escalonado permite un descenso fácil con cuidado y directo hacia los neveros residuales de la cabecera del altiplano. Bajaremos alrededor de 70 metros y continuaremos descendiendo ya en diagonal orientados por el Col Mayou al que llegaremos por idéntico camino al que hemos utilizado en la ida.
            En el collado saqueamos una amarrosa de Setas de San Jorge y seguidamente nos vamos para abajo por su vertiente sur utilizando los escalones que la verdura presenta en este tramo bastante erguido.

Cojín amarillo sobre pizarras meteorizadas.

            Antes de que el corredor se arrellane un poco en la zona de los bloques nos orientamos al oeste para salir del ámbito del corredor y tratar de encontrar alguna senda que faldee el Murlorum.
            Hay algunos caminillos de animales que saliendo del corredor se adentran en un par de fajas amplias y escalonadas pero ni localizamos balizas de pintura ni hitos por lo que nos queda claro que bajaremos por libre.

Descendiendo hacia Peyrenere.

            No hay mayor problema ya que además de contar don la opción de bajar directamente a la carretera en la zona de los Aparcamientos de Eski le Somport y luego hacer la carretera, tenemos la posibilidad de descender paulatinamente al oeste. Iniciaremos la diagonal sobre los 1880 metros de altitud y en un descenso lineal  por praderío limpio nos llegaremos hasta un barranquillo a medio camino con nuestro destino.

Nuestro coche junto al Chalet Cadier.

            El cruce del amplio y herboso barranco no tiene más historia que ir a buscar un hombro en una arista que baja de arriba y en el que localizamos unas amarrosas de senderuelas y de champiñones con lo que nos entretenemos un poco.
            Alcanzado el hombro sobre los 1600 metros de altitud avistamos la zona de Peyrenere que nos invita a continuar la misma trayectoria.

detalle de una armeria junto al Chalet Cadier.

            Antes de llegar a la carretera nos aguarda el hayedo  que sortearemos hasta lo más abajo posible, ya muy cerca de la carretera, donde encontramos un poco transitado caminillo que nos deja a 100 metros de nuestro coche cuando son las tres menos cuarto.

La ladera de descenso vista desde el Somport.

            Terminamos un agradable recorrido en el que entre subes y bajas habremos ascendido alrededor de 900 metros en una jornada extraordinaria para caminar a ritmo pausado pero persistente. Las rodillas bien aunque las molestias musculares siguen lo que debe querer decir que algo estamos haciendo mal.
            ¡Ah! Y flores, menos gencianas, un auténtico festival. Cuelgo unas cuantas.