23 may 2016

38-16. DESPIDIENDO LA TEMPORADA EN EL GALLINERO. 21-5-2016.



El Gallinero más cerca. 


Aparcamiento del Ampriu, Collado del Ampriu y Corredor Norte. Descenso por Canal del Gallinero.
21.05-2016.
Salida 08:45 h. Llegada12:45 h.
Mixto.
Fácil.
Esquí de montaña.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Gallinero procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Son las siete y media de la tarde cuando llegamos a Cerler, tenemos sitio de sobra en los Aparcamientos del Molino pues están completamente vacíos.
            Lo que vemos a juego con lo que hemos visto nos indica que la nieve está muy alta pero el Ampriu está a 1900 metros de altitud y esperamos que en las zonas pisadas de la estación de esquí la nieve haya aguantado lo suficiente para permitirnos alcanzar la altitud a la que es segura y en cantidad todavía.
            Cenamos como generales pues en esto mi chica no se anda por las ramas y nos empiltramos pronto pasando de luna llena.
            La noche es cálida confirmando el aumento de las temperaturas anunciado  pero no tenemos problemas para amanecer al 21 de Mayo de 2016 a las siete y media de la mañana.

Hacia el Collado del Ampriu no queda casi nieve.

            Subimos al Ampriu, lo que vemos no nos gusta pero…
            Desayunamos, preparamos los bártulos y con los esquís en la mochila comenzamos el porteo a las nueve menos cuarto. Pensábamos que la Pista Ampriu que llega hasta el collado del mismo nombre tendría nieve enseguida pero no va a ser así y nos chuparemos por encima de la mitad del desnivel hasta alcanzar el arranque de la Silla Gallinero, que calculo sobre los 2100 metros, tras cuarenta minutos de porteo tranquilo contemplando y fotografiando flores de primavera.

Pulsatillas o anémonas subiendo hacia el ollado del Ampriu.

            Calzamos los esquís y proseguimos en dirección sudoeste desechando la zona central de la Pala Gallinero que presenta nieve más abundante pero que desconozco completamente.

Al fin ponemos los esquís.

            Un pequeño corte sobre pradera no es inconveniente para alcanzar el Collado del Ampriu situado a 2256 metros de altitud. Desde allí contemplamos el Pico Cerler completamente limpio de nieve, Cogulla y el Rincón del Cielo con nieve solamente en las zonas pisadas aunque con cortes y La Norte de Gallinero con nieve para hartarse.

Castanesa desde el Collado del Ampriu.

            Giramos al sudeste y proseguimos el foqueo en persistente ascenso por Perdiz Blanca. Se trata de un ascenso uniforme que conocemos y que nos permitirá  atravesar la Pala Gallinero y la Arista Norte del pico así como la silla que se eleva por encima de los 2600 metros de altitud.

Dejamos atrás el ollado del Ampriu y el Pico Cerler.

            Conforme ganamos altura comprobamos con más claridad que hubiera sido también una buena opción tomar la Canal del Gallinero que hemos desechado.  Nos hubiera permitido alcanzar con facilidad varios de los puntos por los que vamos pasando y sobre todo la incorporación al Corredor Norte del Gallinero que es por donde pretendemos subir.

Terminando el Corredor Norte del Gallinero.

            En la entrada del Corredor Norte del Gallinero que está cosido de huellas profundas, hacemos la última lazada al oeste y cuando estamos en las inmediaciones de la llegada del telesilla, Juan se marcha al corredor  que transita la parte oeste de la arista y que tendrá nieve un poco más dura para sus raquetas y nosotros  iniciamos el flanqueo al este para entrar en el corredor.
            Tras un tramo de nieve blanda sobre dura sin anclar y que resulta algo incómodo en la ladera, la nieve se vuelve más homogénea y lo suficientemente blanda para poder foquear el corredor con comodidad.

Saliendo a la Arista Norte cerca de la Cima del Gallinero.

            El Corredor es amplio, algo erguido pues andará por los 45º pero lo liquidamos fácilmente a base de un par de zetas largas de punta a punta del mismo lo que nos deposita en la arista norte por la que haremos cómodamente  los últimos metros que nos sitúan en la Cima de Punta Gallinero situada a 2728 metros de altitud cuando son las once de la mañana. Ha sido quizás la subida más cómoda de las varias que hemos hecho al pico pues incluso en una de ellas tuvimos que dejar los esquís y subir con los crampones.

Ni yo soy tan grande ni tú tan pequeña.


En la Cima del Gallinero.

            En la cima disponemos de un vista circular secuestrada por la nubosidad de evolución que tapa las cimas y como que el paisaje se queda sin sal. El asunto irá a peor pues se le añaden concreciones nubosas en las cumbres más próximas y asentadas sobre los 2800 metros de altitud.

Cibollés desde Gallinero.

             Hacemos algunas fotos y nos sentamos en las piedras cimeras a echar un bocado mientras hablamos del Turbón, Urmella, Cibollés, Basibé, Castanesa y Cerler, sugerencias apetitosas sin duda y que aguardarán su turno.


Tuca de Urmella desde Gallinero.

            Se nos va el sol pero sin peligro y alrededor de las doce menos cuarto nos montamos en los esquís y nos vamos para abajo cada cual por donde ha venido.


Iniciando el descenso del Corredor Norte del Gallinero

            La amplia arista noroeste que enlaza con Cibollés nos permite unos agradables y cómodos giros iniciales que suponen un seguro para un descenso dsfrutón del corredor a pesar de la pendiente del mismo.


La amplitud de la Canal del Gallinero.

            Terminado el corredor en lugar de descender hacia el Collado del Ampriu que es por donde hemos venido nos vamos en busca de la Canal del Gallinero que tiene nieve como en el mejor momento de la temporada.


Ni que estuviéramos en plena temporada de esquí.

            Se trata de un corredor amplísimo perfectísimamente innivado en el que solamente se distinguen los cañones. Giramos a discreción de aquí para allá al gusto y disfrutamos la nieve que aguanta bastante bien hasta muy abajo.


En la zona intermedia la nieve blandea bastante. 

Le quedan pocos giros a esta temporada.

            Descendemos un par de resaltes un poco más consistentes que la línea general de la canal, en uno de ellos nos cruzamos con dos parejas, conocedoras de la estación y que suben a Gallinero y alcanzamos el lugar en el que nos hemos puesto los esquís a la subida.


Esquiando entre retazos de hierba. 

            Por una pista paralela a la que hemos accedido al inicio del remonte bajamos unos tramos más con algún pequeño corte sobre hierba hasta que al final de una estrecha lengua quitamos los esquís pues lo blanco se ha terminado por esta temporada que comenzamos el 2 de Diciembre y que tras 35 salidas nos ha traído hasta aquí.


Quitamos los esquís cuando se acaba lo blanco.

            Luego, con los esquís en la mochila nos vamos para abajo a liquidar los 825 metros de desnivel de la jornada en un porteo más corto que a la mañana y agradable por lo mismo y por la profusión de delicadezas florales que la Primavera nos regala con el camino.


El Gallinero desde el Aparcamiento del Ampriu.

            Es la una menos cuarto cuando llegamos relajadamente a la furgo, comemos, recogemos y vuelta. A las cuatro estamos en Sabi. La tarde se quiere estropear, lo hará, pero nos da un poco lo mismo puesto que nosotros ya nos hemos llevado por delante nuestra ración de monte con buen tiempo.

 Para ver más fotos.           

22 may 2016

37-16. MALADETA PARA RECORDAR Y ESQUIAR. 20-5-2016.


Recortados en la Cima de la Maladeta.

Aparcamiento de la Besurta, Refugio de la Renclusa, Glaciar de la Maladeta y Collado de la Rimaya.
20-05-2016.
Salida 08:45 h.Llegada 16:30 h.
Sol.
Fácil.
Esquís de montaña.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la maladeta procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            La Maladeta fue nuestro primer tresmil  con esquís hace cinco años. Que fue exactamente por estas fechas. Guardábamos un buen recuerdo de aquella jornada espléndida y mi chica quiere volver, bueno, queremos.
            Lo programamos para el día 16  en previsión de acontecimientos anunciados, pero no va a ser posible pues tenemos que marchar el domingo 15 a Barcelona: Mario ha decidido nacer.
            Tras unos días en Santa Coloma de Gramenet, volvemos a casa y retomamos el tema antes de que se pase el asado.
            Iremos el viernes 20 de Mayo de 2015 pues hay buen tiempo previsto.
            Para ello y en lugar de darnos el madrugón, decidimos marchar a dormir a Benasque por la noche. Salimos a las nueve y a las once estamos allí.

En la Besurta hace una mañana espléndida.

             Así, sin prisas, nos llegamos a la Besurta, preparamos los bártulos tranquilamente y a las nueve menos cuarto nos ponemos en camino.
            La mañana, a 1850 metros de altitud, está vestida con sol y con una temperatura espléndida cuando iniciamos un esperado porteo en dirección sur y camino del Refugio de la Renclusa. La gente debe andar toda por delante pero a medio glaciar advertiremos que no. Nosotros esperamos que el sol haga su faena, o como dice Daniel Mur salimos a huella puesta.

Bajo la Renclusa nos ponemos los esquís y las cuchillas.

            En el desvío hacia Aiguallut advertimos que habrá que portear un poco más pues las últimas lluvias han refaldado la nieve algo más de lo esperado.
            Entramos en los pinos pasados los primeros neveros y tras un cuarto de hora largo de porteo, ponemos los esquís, quitamos los esquís, ponemos las cuchillas y acabamos con la jodienda de siempre bajo la Renclusa: es una zona sombría y con muchísimo rehielo, lo sabemos pero…
            En la Renclusa, a 2140 metros de altitud,  salimos de nuevo al sol, la fuente está cortada y pasamos por detrás  para iniciar la larga diagonal  que ascendiendo entre afloraciones de granito nos enfrente a las Palas Inferiores del Glaciar de la Maladeta camino de los Portillones. La nieve soleada está estupenda para foquear y no supone ninguna molestia el foqueo con cuchillas.

Describimos una larga diagonal por encima de la Renclusa. Pico Paderna.

            Hemos tenido la tentación de pasar por debajo del refugio como ha hecho una pareja pero creemos que es vía más útil para subir a Paderna y además, como hay que subir, pues hagámoslo de buen principio.
            El glaciar está cosido de huellas por todas partes, el personal ha subido con cuchillas y consecuentemente, las huellas no son profundas  ni continuas. Nos cuesta localizar una huella que, no demasiado evidente, se abre paso entre las demás con una continuidad manifiesta y que seguiremos puesto que nos gusta su perfil de progresión en el glaciar. Juan fiel a su costumbre sube de frente paso de maniobra.

Juan nos saca con Salvaguardia y los Ibones de Paderna.

            Dejamos por debajo los Ibones de Paderna y al rato el Portillón Inferior siempre en busca del Superior  mientras se suceden las palas amablemente erguidas y soleadas vigiladas por el Pico de Paderna y más atrás por Salvaguardia y la Mina.
            Localizamos a un trío en la diagonal de acceso al Portillón Superior y nos llama la atención de que dos de ellos portean los esquís pero…

Acercándonos al flanqueo hacia el Portillón Superior. 

            Van a ser las once cuando nos olvidamos del flanqueo hacia el Portillón Superior que tiene unas buenas huellas además de mucha nieve y nos enfrentamos al foqueo de la enorme comba del glaciar que nos tiene que llevar al Collado de la Rimaya, la Pirámide de la Maladeta o Maladeta Oriental está a la vista como en una buena parte de la ascensión pero habrá que pelearlo un ratito todavía.

Pasamos el desvío al Portillón Superior en busca de la Maladeta. 

            Estamos a 2850 metros de altitud, la nieve sigue muy buena para el foqueo y ya hace un buen rato que no estamos solos en el glaciar: eso no es posible en un día como hoy.
            Poco más arriba y aprovechando un bloque de granito emergente nos detenemos para echar un bocado, son las once y media y más que la necesidad de comer o beber nos imponemos beber un poco pues hasta a los buenos camellos les puede ir bien un poco de agua.
            Un cuarto de hora después y tras contemplar que hay otro trío que sube con raquetas y porteando los esquís mientras abren pesadamente huella por un corredor situado en la vertical del Pico del Collado de la Rimaya y próximo al contrafuerte de la Torre Cordier, proseguimos nuestro ascenso.

El Corredor al Collado de la Rimaya.

            Otro cuarto de hora largo después, la rampa es  suave pero se hace pesada, alcanzamos la entrada del corredor muy rellena de nieve por lo que nos incorporamos un poco a la pared para dejar los esquís y poner crampones. Creo que no serían  necesarios pero ni me lo cuestiono.
            Estaremos por encima de los 3150 metros y con los piolets en la mano iniciamos el ascenso de un patatar completamente escalonado y lleno de huellas que Juan se sube sin quitar las raquetas pues tiene la suficiente paciencia aunque se olvida de los bastones y emplea el piolet.

Saliendo del Corredor al Collado de la Rimaya.

            El corredor tendrá alrededor de 70 metros y una parte central algo tiesa que no nos supone ninguna dificultad. Hacemos la salida directa y alcanzamos  el inicio de la Arista Oeste de la Maladeta sobre los 3230 metros de altitud. Son las doce y media.

En la Oeste de la Maladeta.

            La arista oeste del pico no es necesario hacerla ya que se avanza ligeramente por el flanco sur siguiendo una marcada huella que se abre paso en suave ascenso entre afloraciones de granito.


Llegando a la Cima de la Maladeta.

            Un cuarto de hora después nos deposita en la Cima de la Maladeta situada a 3308 metros de altitud.


En la Cima de la Maladeta.

La foto que no puede faltar en la Maladeta.

            Es la una menos cuarto cuando en la cima que conocemos hacemos fotos sobradamente conocidas pero que no por ello son menos espectaculares: Cregüeña inmaculadamente blanco al igual que los glaciares de la Maladeta y Aneto perfectamente escindidos por la Cresta de los Portillones; celestial la Creta del Medio, alineados los Maladetas hasta Alba y los Picos de Paderna, Forcanadas, Mulleres, Sacroux, Posets… el Pirineo en altitud está de merengue como nunca. Hemos tenido casi siempre ratos excelentes en esta cima pero no sé si tan buenos como hoy.


En el Corredor del Collado de la Rimaya.

            Pasada la una desandamos arista hasta el Collado de la Rimaya, rodeamos el gendarme de salida por una auténtica trinchera y nos vamos corredor abajo. Abrevio mientras los chicos se quedan enrollados con las raquetas,  con pedir permiso a cada huella para meter el crampón y con un trío de fransuás que van para arriba con algún apurillo.
            Mientras llegan recojo pieles y preparo esquís en una plataforma que me fabrico pues hemos parado ya en fuerte ladera. Iniciando el corredor.


Iniciando el descenso del Glaciar de la Maladeta.

            Son las dos menos cuarto cuando comenzamos el descenso sobre los esquís. La nieve está espectacular y disfrutamos como bebés recién bañados y tetados.


La nieve de la parte alta del Glaciar de la Maladeta está inmejorable.

            Juan que baja delante marcha directamente al sur en busca de un  gran bloque emergente en el que nos sentaremos para comer. Lo hacemos en la cabecera de un naciente corredor  ligeramente al este de la Torre Cordier.
            Son las dos de la tarde. Comemos mientras contemplamos las evoluciones y la caída de uno que baja del Cordier y que se tira en el escalón de entrada al Glaciar de la Maladeta.


Infinitos giros en el Glaciar de la Maladeta.

            Media hora después continuamos el descenso. Lo haremos aproximadamente por un largo corredor, suponemos que es el Barranco de la Maladeta, en lugar de hacerlo por la Vía de los Portillones que es por donde hemos subido.


esquiando uno de los corredores del Glaciar de la Maladeta.

            El corredor tiene una nieve excelente y nos sugiere una alternativa a nuestra costumbre para una ocasión posterior. El descenso es agradabilísimo aunque la nieve blandea paulatinamente conforme perdemos altitud.
            A pesar ello, en el rellano en el que se descansa el corredor, en lugar de proseguir para abajo hacia Paderna o el límite del glaciar en la zona, iniciamos una diagonal orientados por el Refugio de la Renclusa pues no nos fiamos de la continuidad de la nieve en la parte baja junto al barranco.
            Solamente y al final encontramos una pala erguida, con nieve blandísima y completamente trillada por profundas huellas, pero no es mayor problema: hay que girarla y punto.
            Llegamos a la Renclusa sobre las tres y media. Nos vamos a la Capilla de la Virgen de las Nieves que está cerrada, damos una vuelta por el refugio, charlamos con el personal que se solea por allí y media hora después, tras echar una última visual al descenso continuamos para abajo.

Hasta aquí esquiamos. Luego a portear.

            Hay un pasillo de nieve que no llegará a mañana pero nos permite entrar a la ladera, ahora con una nieve estupenda  en la que enlazamos unos airosos giros que nos introducen en los pinos.
            Apuramos con cuidado los pasillos inferiores hasta que termina la nieve, quitamos los esquís, los colgamos en la mochila y nos vamos para abajo  donde nos espera la Besurta y la furgo.
            Son las cuatro y media cuando ponemos a secar bártulos, nos pegamos un remojón en el recién nacido Esera y ahogamos los 1450 metros de desnivel en unas cervezas fresquitas mientras picoteamos unos mejillones  y una mix de encurtidos pues nos encanta la sal y el vinagrillo.


Colonia de fritillaria meleagris o tablero de damas dn la Besurta.

            Hacemos fotos del diente de perro, ¡cómo no!, de luminosos narcisos, coquetos tableros de damas, delicados nomeolvides y algunas primaveras tardanas y alrededor de los siete recogemos todo el tenderete y nos marchamos pista abajo. La próxima parada es Cerler y mañana más que no mejor pues parafraseando a Wayoming: mejor será imposible.

Para ver más fotos.

12 may 2016

COLORES DE PRIMAVERA EN MI JARDIN.12-5-16.


La primavera en Sabiñánigo, sin ser una maravilla, acostumbra  a resultar agradable en los jardines salidos de unos inviernos cada vez menos rigurosos.
A las flores naturales acostumbramos a sumarle el colorido y la vistosidad de ejemplares de jardinería que sin ser demasiado espectaculares realzan la belleza de esos días en los que el sol acaricia los ojos y cosquillea en  los corazones. 

Un rincón cualquiera del jardín.

Margaritas menores antes del primer corte de hierba.

Los caléndulas son prolíficas desde la primavera en los parterres.

Sensacionales petunias de variados colores en los maceteros.

Al membrillero solamente le quedan flores aisladas.

Matas de diente de león en flor antes de que pase el cortacésped.

Pensamientos agradecidos antes de que los sofoque el calor.

Antes de que florezcan en el monte: espléndido asfódelo.

Primeras flores de fresa silvestre en los abrigos del seto del jardín.

Grupos de tulipanes en los parterres de la solana.

Hepáticas en el sombrío de la secuoya.

Violetas, secretas y discretas felicidades del jardín.

Las prímulas ya se han pasado prácticamente.

Ha costado pero al fin satiriones bajo el membrillero.

Vincas en el parterre del estanque.

Espino blanco en la trasera del jardín.

Y el cerezo tardío y espléndido del vecino.

Quedan los crocus, las primaveras elatior, los ciclámenes o las clavelinas, almendros o ciruelos pero  para alegrar la vista puede servir. 
¡Que lo disfrutéis!