31 ago 2015

4.15. CIRCULAR A LAS CIMAS DE OMBRETTA DESDE ALBA. 31-8-2015.

Ombretta Oriental desde la Central.

Alba, Refugio Contrin, Val Cirelle, Ferrata Ombretta, Morrena Vernale, Arista Oeste, Ombretta Oriental, Ombretta Central, Paso Ombretta, Refugio Contrin y Alba.

31-08-2015.

Salida 07 h. Llegada 17:15 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de las Ombrettas procedente de Kompass. Vía en amarillo.


            El tramo final de carretera que nos condujo al Lago Fedaia lo bajamos enseguida y tan pronto como se allana el valle llegamos a Alba un lugar de carretera en medio de un valle turístico de las Dolomitas del Val di Fassa.

            Solamente necesitamos localizar el Teleférico Ciampac que se encarga de elevar al personal tanto hacia el sudoeste como al nordeste. Sabemos que hay un enorme aparcamiento y que nuestro camino ha de partir del mismo.

            El aparcamiento está prácticamente vacío pues son cerca de las seis y el personal va desapareciendo. Buscamos y encontramos un lugar discretito además de plano y allí aparcamos la furgo.

            Damos una vuelta por el pueblo, localizamos el inicio de la SS602 y tras entretenernos un ratillo en una zona de escalada, volvemos a la furgo para cenar tranquilamente y empiltrarnos a las nueve pasadas. Mañana puede ser un día interesante.

Por delante el val de Cirelle.

            A la hora de rigor que va siendo alrededor de las seis y media ponemos el pie en 31 de Agosto de 2015. Lo tenemos todo tan automatizado ya que a las siete nos ponemos en camino a 1500 metros de altitud.

            En principio suponíamos que nos tendríamos que chupar el valle por el que sube el teleférico pero no va a ser así. Hemos de utilizar otro valle que con arranque común se orienta directamente al sur y va a ser por pista, de momento.

            La pista está abierta al tráfico rodado pero enseguida nos va a quedar claro que el tráfico queda restringido a los “propios” hay un par de repechones  para subir con tractor a pesar de estar encementados.

            A pesar de ello, la pista sube vuelta a vuelta a través de un bosque maduro y nosotros comenzamos a tomar atajos, la mañana está espléndida y a pesar de subir a la sombra entramos en calor.

Llegando al Refugio Contrin.

            Al final del largo resalte la pista se allana pasa junto a un hotelito, la Locia de Contrin y una barrera da paso a un largo rellano en el que avanzamos horizontalmente. Se trata de la Baita Locia de Contrin en el que la pista avanza entre un fino praderío. Más allá el bosque sigue dueño de las laderas de las montañas que canalizan la baita.

            Antes de que la pista se decida a subir de nuevo cruzamos el Barranco Contrin y proseguimos en un ascenso un poco más sostenido que nos acerca, tras un resalte, al Refugio Contrin situado a 2016 metros de altitud cuando son las ocho recién pasadas.

            Tras el refugio que cuenta con una capilla próxima se extiende un ondulado rellano en el que la pista da un pequeño giro al sur para morir en una casa de labor, la Malga de Contrin.

Val Rosalía por donde volveremos y las Paredes de Ombretta Oeste.

            Frente a nosotros se alza casi al este los rotundos murallones de Ombretta Occidental abrazados por un par de valles: el del este que es el Val Rosalia y que será por donde pretendemos volver y el del sur que es el de Cirelle y que es por donde vamos a ascender. La pista ha terminado.

            La SS607, un camino indeciso en principio, merodea por un canchal de torrente y se marcha valle adentro en suave ascenso transitando unas lomas algo rocosas en las que la verdura pelea con las calizas. Bien balizado de rojo y blanco nos saca del fondo del valle para atravesar,  ya cerca de las Paredes de la Vedretta Vernal,  un rellano de praderío que dejamos completamente a nuestra derecha.

En el Val de Cirelle.

            Vamos viendo por la orografía  lo que imaginamos como el Paso de Ombretola antes del que tendremos que abandonar el camino que llevamos y situado en una distante depresión entre las cimas de Ombretola y Sasso Vernale, pero solamente lo imaginamos.

            La vegetación se ha quedado atrás, las paredes que llevamos a nuestra izquierda siguen erguidas y en clara contraposición con la campiña que a nuestra derecha también se va quedando atrás poco a poco y se nos está haciendo largo no sabemos por qué.

Buscando la incorporación a las Paredes del Sasso Vernale.

            Cogemos un poco de agua del barranco y proseguimos ascendiendo con la vista puesta en todo corredor que pueda permitir la rotura de las Paredes de Ombretta Occidental.

            El camino discurre serpenteante por un canchal, sigue balizado, dudamos con un corredor que es perfectamente abordable y con una pedrera inferior en la que creemos ver señales de tránsito y cuando el barranco se ahonda un poco, me alargo para arriba con intención de ver o de darnos la vuelta y tomar el susodicho corredor.

Las Paredes del Sasso Vernale.

            Enseguida alcanzo un rellano en el que hay un poste con  indicaciones. Estamos a 2500 metros de altitud y allí está el camino que buscamos.

            El camino que llevábamos, como comprobaremos luego, no conduce al Paso Ombretola sino al Paso de Cirelle. Hemos de tomar el camino que parte al nordeste y que marcha ahora de frente a las paredes del Sasso Vernale en suave ascenso.

            Transitamos una zona ondulada hasta que se pierde en un laberinto de bloques muy próximo a las paredes bajo las cuales una pedriza fina sirve de lienzo para dibujar el camino que por la base de las mismas se marcha al paso Ombretola.

Buscando la Ferrata Ombretta en el espolón de la izquierda.

            Buscamos una cueva y frente a nosotros, al otro lado del laberinto hay una enorme cueva a la que va a parar el camino que llevamos. ¡Allí tiene que estar la ferrata que buscamos!

            El paretazo sobre la cueva es de rompe y rasga con un corredor que pone los pelos de punta. Muy próximo y a su izquierda otro rotundo corredor tiene aspecto más transitable pero no será por ninguno de los dos. Hay otra cuevecilla un poco más a la izquierda o noroeste todavía y de allí parte una sirga y un caminillo que sale del que llevamos para dejarnos en su arranque.

Localizamos la sirga de la Ferrata Ombretta.

            Son las nueve de la mañana, nos ponemos los arneses y las disipadoras y a la pared toca pues no es un corredor sino  un paretazo vertical con muy buena roca y excelentes presas, recién iluminado por el sol de la mañana.

Muro de entrada de la Ferrat Ombretta.

            Tras la entrada  vertical se asciende una pequeña panza muy tiesa  en la que ganamos unos metros que nos introducen en un corredor muy estrecho e igualmente vertical pero esta parte se sube muy bien ya que la roca es inmejorable y los apoyos son más que suficientes.

En la parte superior la Ferrata Ombreta se acuesta un poco.

            Luego el corredor se alarga un poco en diagonal, se acuesta ligerísimamente y permite un ascenso un poco más protegido ópticamente al poder subir un tanto encajados. En algún punto se ensancha, de cuando en cuando aparece algún resalte corto y vertical pero se asciende muy bien a pesar de que la roca ha perdido calidad e incluso la hay suelta.

            Es lo mismo porque estamos disfrutando como enanos y haciendo fotos como si nos acabaran de regalar la máquina. El corredor se acuesta un pelín y nos da pena de que se termine.

El Final de la Ferrata Ombretta y detrás el Grupo de Sassolungo.

            Estamos en un hormbro llano fuera de la pared a 2650 metros de altitud, hay un hito que supongo marcará la entrada para los que vienen desde arriba. Habremos subido casi 100 metros y nos vamos a sentar para echar un bocado al sol mientras recogemos los bártulos, la Ferrata Ombretta no creo que haya llegado a tener 100 metros de desnivel.

            Son las diez cuando nos ponemos de nuevo en marcha pues con media hora hemos tenido sobrado. Delante de nosotros un no demasiado marcado caminillo supera directamente un resalte en dirección nordeste y próximo a las paredes que acabamos de subir y que terminarán por confirmar la Arista Oeste del Sasso Vernale.

Ombretas Central y Oriental al fondo.

            Tras el resalte aparece la morrena del hoy casi extinto Glaciar de Vernale. Se trata de un pedregal imponente que asciende en resaltes sucesivos y que está limitado al norte por el Cresterío de las Ombrettas y al este por la Arista Norte del Sasso Vernale.

            Nos vamos a entretener un rato con un camino más indeciso y peor balizado que el anterior, pero no hay problema ya que tenemos identificado perfectamente el entorno y al noroeste nos espera la amable cima de Ombretta Oriental que es nuestro próximo destino.

            Nuestro camino se sitúa en mitad de la morrena y con algunos sube y bajas, siempre en dirección nordeste nos va elevando a la vez que inicia el faldeo de la Ombretta Central.
Arista oeste de Ombretta Oriental.

            Hay una brecha en la arista que nos indica que no pasaremos aunque quisiéramos a la Ombretta Occidental; así que, nuestra atención se centra en los objetivos iniciales, el camino a ello nos lleva mientras contemplamos los exiguos restos del glaciar adosados a la sombra de la Noroeste del Sasso Vernale.

            El camino ente gravas muy sueltas nos conduce finalmente a un pequeño collado en la arista cimera desde el que nos damos de narices con los brutales paredones de la Sur de la Marmolada, Estamos sobre los 2950 metros de altitud y ayer estábamos allá arriba.

Ombretas Occidental y Central desde la Oriental.

            Tomamos la arista hacia el este que recorrida por un caminillo en suave ascenso y en poco más de cinco minutos nos deposita en la Cima de Ombretta Oriental a 3011 metros de altitud cuando son las once de la mañana.

Cima de Ombretta Oriental con las Paredes de la Sur de la Marmolada.

            Hacemos fotos a la Pared de la Marmolada al norte, al Valle Ombretta al este, al Sasso Vernale al sur con la morrena glaciar que acabamos de subir y a las otras dos Ombrettas, al oeste,  al otro lado de la arista. También al oeste se adivina más que ve el Val Rosalia delante del Paso de Ombretta y el vivac que por fin aparece por las inmediaciones del paso. Empezamos a conocer y a reconocer los andurriales aunque sea de manera modesta.

            Diez minutos después desandamos la arista en dirección oeste hasta el collado al que hemos llegado y proseguimos arista adelante para subir un pequeño promontorio y continuar hasta la base de la Ombretta Central.

Bajando hacia el cvollado camino a la Ombretta Central.

            Pasamos junto a un par de pequeñas galerías utilizadas en la Segunda Guerra Mundial y tomando un corredor corto, amplio y muy descompuesto nos colocamos en la Cima de la Ombretta Central “dil Mezzo”, situada a 2983 metros de altitud cuando son las once y media.

            Ni siquiera echamos una visual hacia la brecha del oeste, está demasiado lejos la Ombretta Occidental en el caso de que encontráramos paso. Hacemos unas fotos y descendemos hasta las galerías.

            La pared que arranca al norte desde la Ombretta Oriental es demasiado abrupta y llena de placas. Es desde aquí donde un caminillo se establece en la pedrera que rellena esta parte de la pared y con él nos vamos para abajo.

Descenso desde Ombretta central al Paso de Ombretta.

            Primero muy erguido duro y terroso y luego lleno de gravilla y muy amable nos conduce a la cabecera de un paredón en la vertical del Paso de Ombretta.

            Desde allí contemplamos el rojo metálico Vivac Marco dal Bianco que no pudimos localizar ayer desde Punta Penia.

El tramo de las sirgas visto desde abajo.

            Para bajar hasta allí hay un par de tramos de sirga que facilitan el paso de unas lajas lisas sin necesidad de buscar camino. Por debajo de las mismas un caminillo nos conduce entre grandes bloques y enseguida al vivac en el que está una milanesa con la que charlamos un poco. Los bloques que lo rodean impidieron que lo  localizáramos ayer.

Vivac Marco dal Bianco.

            Hacemos algunas fotos al vivac que nos recuerda al Galetta y Biagio del Plateau du Couloir del Combin y continuamos camino a través de unos, insólitos para la zona, materiales oscuros de aspecto volcánico que enseguida nos depositan en el Paso de Ombretta situado a 2700 metros de altitud.

Iniciando el descenso de Val Rosalía se ve Ombretta Oriental.

            Hacia el este el camino se descuelga por el Val Ombretta en busca del Refugio Falier y hacia el oeste nosotros tomamos el camino que baja en busca del refugio Contrín. Primero por la Val Contrin descendemos un largo tramo de valle hasta alcanzar un fuerte resalte que descendemos por la derecha orográfica próximos a las paredes de la Marmolada.

La Cabecera de Val Rosalía.

            Bajado el tramo superior continuamos con un tramo siguiente que nos ha de llevar a enfrentar al collado de separación entre los Verneles y la Marmolada.    
    
           Descendemos hacia el cauce del barranco y a la sombra que propician los  paredones de Ombretta Occidental nos sentamos a comer junto al agua. Es la una pasadas.

Al fondo el Refugio Contrin.

            Veinte minutos después proseguimos el descenso de la parte inferior del valle que es el Val Rosalia. Saliendo de la zona de bloques nos ha de conducir  por un camino que progresivamente desciende entre pastos  hasta alcanzar el rellano en el que se asienta el Refugio Contrin para cerrar el bucle que hemos abierto esta mañana.

            Son las dos de la tarde cuando llegamos al Refugio Contrin. Alli charlaremos con un pamplonica que trabaja en el refugio. Convenimos algunos extremos a cerca de la meteorología y de las costumbres del montañismo de los italianos y seguidamente continuamos para abajo.

            Nos detendremos para recoger unos robellones y también un poco de lengua de vaca que aparece abundante entre otras setas. Los habíamos visto a la mañana ya en la Baita Locia de Contrin.

Las gencianas que hemos visto en la Baita Logia de Contrín.

            Luego solamente nos queda desandar el camino que hemos hecho a la mañana, atajos incluidos que nos dejan en la furgo sobre las cinco y cuarto.

            Estamos contentos no por terminar una actividad más o incluso de cierta exigencia con alrededor de 1550 metros de desnivel sino porque la actividad ha sido ideada en base a un mapa y sobre un terreno completamente desconocido que a priori nos mostraba muchas incógnitas que hemos sabido resolver con cierta competencia. Esta montaña, fuera de masificaciones, nos ha agradado bastante más que las anteriores.

            Poco después levantamos el vuelo no para iniciar la vuelta pues el programa previsto está concluido sino que, aprovechando la inimaginable racha de buen tiempo en Dolomitas, nos vamos a dar un homenaje. 

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