31 ago 2015

4.15. CIRCULAR A LAS CIMAS DE OMBRETTA DESDE ALBA. 31-8-2015.

Ombretta Oriental desde la Central.

Alba, Refugio Contrin, Val Cirelle, Ferrata Ombretta, Morrena Vernale, Arista Oeste, Ombretta Oriental, Ombretta Central, Paso Ombretta, Refugio Contrin y Alba.

31-08-2015.

Salida 07 h. Llegada 17:15 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de las Ombrettas procedente de Kompass. Vía en amarillo.


            El tramo final de carretera que nos condujo al Lago Fedaia lo bajamos enseguida y tan pronto como se allana el valle llegamos a Alba un lugar de carretera en medio de un valle turístico de las Dolomitas del Val di Fassa.

            Solamente necesitamos localizar el Teleférico Ciampac que se encarga de elevar al personal tanto hacia el sudoeste como al nordeste. Sabemos que hay un enorme aparcamiento y que nuestro camino ha de partir del mismo.

            El aparcamiento está prácticamente vacío pues son cerca de las seis y el personal va desapareciendo. Buscamos y encontramos un lugar discretito además de plano y allí aparcamos la furgo.

            Damos una vuelta por el pueblo, localizamos el inicio de la SS602 y tras entretenernos un ratillo en una zona de escalada, volvemos a la furgo para cenar tranquilamente y empiltrarnos a las nueve pasadas. Mañana puede ser un día interesante.

Por delante el val de Cirelle.

            A la hora de rigor que va siendo alrededor de las seis y media ponemos el pie en 31 de Agosto de 2015. Lo tenemos todo tan automatizado ya que a las siete nos ponemos en camino a 1500 metros de altitud.

            En principio suponíamos que nos tendríamos que chupar el valle por el que sube el teleférico pero no va a ser así. Hemos de utilizar otro valle que con arranque común se orienta directamente al sur y va a ser por pista, de momento.

            La pista está abierta al tráfico rodado pero enseguida nos va a quedar claro que el tráfico queda restringido a los “propios” hay un par de repechones  para subir con tractor a pesar de estar encementados.

            A pesar de ello, la pista sube vuelta a vuelta a través de un bosque maduro y nosotros comenzamos a tomar atajos, la mañana está espléndida y a pesar de subir a la sombra entramos en calor.

Llegando al Refugio Contrin.

            Al final del largo resalte la pista se allana pasa junto a un hotelito, la Locia de Contrin y una barrera da paso a un largo rellano en el que avanzamos horizontalmente. Se trata de la Baita Locia de Contrin en el que la pista avanza entre un fino praderío. Más allá el bosque sigue dueño de las laderas de las montañas que canalizan la baita.

            Antes de que la pista se decida a subir de nuevo cruzamos el Barranco Contrin y proseguimos en un ascenso un poco más sostenido que nos acerca, tras un resalte, al Refugio Contrin situado a 2016 metros de altitud cuando son las ocho recién pasadas.

            Tras el refugio que cuenta con una capilla próxima se extiende un ondulado rellano en el que la pista da un pequeño giro al sur para morir en una casa de labor, la Malga de Contrin.

Val Rosalía por donde volveremos y las Paredes de Ombretta Oeste.

            Frente a nosotros se alza casi al este los rotundos murallones de Ombretta Occidental abrazados por un par de valles: el del este que es el Val Rosalia y que será por donde pretendemos volver y el del sur que es el de Cirelle y que es por donde vamos a ascender. La pista ha terminado.

            La SS607, un camino indeciso en principio, merodea por un canchal de torrente y se marcha valle adentro en suave ascenso transitando unas lomas algo rocosas en las que la verdura pelea con las calizas. Bien balizado de rojo y blanco nos saca del fondo del valle para atravesar,  ya cerca de las Paredes de la Vedretta Vernal,  un rellano de praderío que dejamos completamente a nuestra derecha.

En el Val de Cirelle.

            Vamos viendo por la orografía  lo que imaginamos como el Paso de Ombretola antes del que tendremos que abandonar el camino que llevamos y situado en una distante depresión entre las cimas de Ombretola y Sasso Vernale, pero solamente lo imaginamos.

            La vegetación se ha quedado atrás, las paredes que llevamos a nuestra izquierda siguen erguidas y en clara contraposición con la campiña que a nuestra derecha también se va quedando atrás poco a poco y se nos está haciendo largo no sabemos por qué.

Buscando la incorporación a las Paredes del Sasso Vernale.

            Cogemos un poco de agua del barranco y proseguimos ascendiendo con la vista puesta en todo corredor que pueda permitir la rotura de las Paredes de Ombretta Occidental.

            El camino discurre serpenteante por un canchal, sigue balizado, dudamos con un corredor que es perfectamente abordable y con una pedrera inferior en la que creemos ver señales de tránsito y cuando el barranco se ahonda un poco, me alargo para arriba con intención de ver o de darnos la vuelta y tomar el susodicho corredor.

Las Paredes del Sasso Vernale.

            Enseguida alcanzo un rellano en el que hay un poste con  indicaciones. Estamos a 2500 metros de altitud y allí está el camino que buscamos.

            El camino que llevábamos, como comprobaremos luego, no conduce al Paso Ombretola sino al Paso de Cirelle. Hemos de tomar el camino que parte al nordeste y que marcha ahora de frente a las paredes del Sasso Vernale en suave ascenso.

            Transitamos una zona ondulada hasta que se pierde en un laberinto de bloques muy próximo a las paredes bajo las cuales una pedriza fina sirve de lienzo para dibujar el camino que por la base de las mismas se marcha al paso Ombretola.

Buscando la Ferrata Ombretta en el espolón de la izquierda.

            Buscamos una cueva y frente a nosotros, al otro lado del laberinto hay una enorme cueva a la que va a parar el camino que llevamos. ¡Allí tiene que estar la ferrata que buscamos!

            El paretazo sobre la cueva es de rompe y rasga con un corredor que pone los pelos de punta. Muy próximo y a su izquierda otro rotundo corredor tiene aspecto más transitable pero no será por ninguno de los dos. Hay otra cuevecilla un poco más a la izquierda o noroeste todavía y de allí parte una sirga y un caminillo que sale del que llevamos para dejarnos en su arranque.

Localizamos la sirga de la Ferrata Ombretta.

            Son las nueve de la mañana, nos ponemos los arneses y las disipadoras y a la pared toca pues no es un corredor sino  un paretazo vertical con muy buena roca y excelentes presas, recién iluminado por el sol de la mañana.

Muro de entrada de la Ferrat Ombretta.

            Tras la entrada  vertical se asciende una pequeña panza muy tiesa  en la que ganamos unos metros que nos introducen en un corredor muy estrecho e igualmente vertical pero esta parte se sube muy bien ya que la roca es inmejorable y los apoyos son más que suficientes.

En la parte superior la Ferrata Ombreta se acuesta un poco.

            Luego el corredor se alarga un poco en diagonal, se acuesta ligerísimamente y permite un ascenso un poco más protegido ópticamente al poder subir un tanto encajados. En algún punto se ensancha, de cuando en cuando aparece algún resalte corto y vertical pero se asciende muy bien a pesar de que la roca ha perdido calidad e incluso la hay suelta.

            Es lo mismo porque estamos disfrutando como enanos y haciendo fotos como si nos acabaran de regalar la máquina. El corredor se acuesta un pelín y nos da pena de que se termine.

El Final de la Ferrata Ombretta y detrás el Grupo de Sassolungo.

            Estamos en un hormbro llano fuera de la pared a 2650 metros de altitud, hay un hito que supongo marcará la entrada para los que vienen desde arriba. Habremos subido casi 100 metros y nos vamos a sentar para echar un bocado al sol mientras recogemos los bártulos, la Ferrata Ombretta no creo que haya llegado a tener 100 metros de desnivel.

            Son las diez cuando nos ponemos de nuevo en marcha pues con media hora hemos tenido sobrado. Delante de nosotros un no demasiado marcado caminillo supera directamente un resalte en dirección nordeste y próximo a las paredes que acabamos de subir y que terminarán por confirmar la Arista Oeste del Sasso Vernale.

Ombretas Central y Oriental al fondo.

            Tras el resalte aparece la morrena del hoy casi extinto Glaciar de Vernale. Se trata de un pedregal imponente que asciende en resaltes sucesivos y que está limitado al norte por el Cresterío de las Ombrettas y al este por la Arista Norte del Sasso Vernale.

            Nos vamos a entretener un rato con un camino más indeciso y peor balizado que el anterior, pero no hay problema ya que tenemos identificado perfectamente el entorno y al noroeste nos espera la amable cima de Ombretta Oriental que es nuestro próximo destino.

            Nuestro camino se sitúa en mitad de la morrena y con algunos sube y bajas, siempre en dirección nordeste nos va elevando a la vez que inicia el faldeo de la Ombretta Central.
Arista oeste de Ombretta Oriental.

            Hay una brecha en la arista que nos indica que no pasaremos aunque quisiéramos a la Ombretta Occidental; así que, nuestra atención se centra en los objetivos iniciales, el camino a ello nos lleva mientras contemplamos los exiguos restos del glaciar adosados a la sombra de la Noroeste del Sasso Vernale.

            El camino ente gravas muy sueltas nos conduce finalmente a un pequeño collado en la arista cimera desde el que nos damos de narices con los brutales paredones de la Sur de la Marmolada, Estamos sobre los 2950 metros de altitud y ayer estábamos allá arriba.

Ombretas Occidental y Central desde la Oriental.

            Tomamos la arista hacia el este que recorrida por un caminillo en suave ascenso y en poco más de cinco minutos nos deposita en la Cima de Ombretta Oriental a 3011 metros de altitud cuando son las once de la mañana.

Cima de Ombretta Oriental con las Paredes de la Sur de la Marmolada.

            Hacemos fotos a la Pared de la Marmolada al norte, al Valle Ombretta al este, al Sasso Vernale al sur con la morrena glaciar que acabamos de subir y a las otras dos Ombrettas, al oeste,  al otro lado de la arista. También al oeste se adivina más que ve el Val Rosalia delante del Paso de Ombretta y el vivac que por fin aparece por las inmediaciones del paso. Empezamos a conocer y a reconocer los andurriales aunque sea de manera modesta.

            Diez minutos después desandamos la arista en dirección oeste hasta el collado al que hemos llegado y proseguimos arista adelante para subir un pequeño promontorio y continuar hasta la base de la Ombretta Central.

Bajando hacia el cvollado camino a la Ombretta Central.

            Pasamos junto a un par de pequeñas galerías utilizadas en la Segunda Guerra Mundial y tomando un corredor corto, amplio y muy descompuesto nos colocamos en la Cima de la Ombretta Central “dil Mezzo”, situada a 2983 metros de altitud cuando son las once y media.

            Ni siquiera echamos una visual hacia la brecha del oeste, está demasiado lejos la Ombretta Occidental en el caso de que encontráramos paso. Hacemos unas fotos y descendemos hasta las galerías.

            La pared que arranca al norte desde la Ombretta Oriental es demasiado abrupta y llena de placas. Es desde aquí donde un caminillo se establece en la pedrera que rellena esta parte de la pared y con él nos vamos para abajo.

Descenso desde Ombretta central al Paso de Ombretta.

            Primero muy erguido duro y terroso y luego lleno de gravilla y muy amable nos conduce a la cabecera de un paredón en la vertical del Paso de Ombretta.

            Desde allí contemplamos el rojo metálico Vivac Marco dal Bianco que no pudimos localizar ayer desde Punta Penia.

El tramo de las sirgas visto desde abajo.

            Para bajar hasta allí hay un par de tramos de sirga que facilitan el paso de unas lajas lisas sin necesidad de buscar camino. Por debajo de las mismas un caminillo nos conduce entre grandes bloques y enseguida al vivac en el que está una milanesa con la que charlamos un poco. Los bloques que lo rodean impidieron que lo  localizáramos ayer.

Vivac Marco dal Bianco.

            Hacemos algunas fotos al vivac que nos recuerda al Galetta y Biagio del Plateau du Couloir del Combin y continuamos camino a través de unos, insólitos para la zona, materiales oscuros de aspecto volcánico que enseguida nos depositan en el Paso de Ombretta situado a 2700 metros de altitud.

Iniciando el descenso de Val Rosalía se ve Ombretta Oriental.

            Hacia el este el camino se descuelga por el Val Ombretta en busca del Refugio Falier y hacia el oeste nosotros tomamos el camino que baja en busca del refugio Contrín. Primero por la Val Contrin descendemos un largo tramo de valle hasta alcanzar un fuerte resalte que descendemos por la derecha orográfica próximos a las paredes de la Marmolada.

La Cabecera de Val Rosalía.

            Bajado el tramo superior continuamos con un tramo siguiente que nos ha de llevar a enfrentar al collado de separación entre los Verneles y la Marmolada.    
    
           Descendemos hacia el cauce del barranco y a la sombra que propician los  paredones de Ombretta Occidental nos sentamos a comer junto al agua. Es la una pasadas.

Al fondo el Refugio Contrin.

            Veinte minutos después proseguimos el descenso de la parte inferior del valle que es el Val Rosalia. Saliendo de la zona de bloques nos ha de conducir  por un camino que progresivamente desciende entre pastos  hasta alcanzar el rellano en el que se asienta el Refugio Contrin para cerrar el bucle que hemos abierto esta mañana.

            Son las dos de la tarde cuando llegamos al Refugio Contrin. Alli charlaremos con un pamplonica que trabaja en el refugio. Convenimos algunos extremos a cerca de la meteorología y de las costumbres del montañismo de los italianos y seguidamente continuamos para abajo.

            Nos detendremos para recoger unos robellones y también un poco de lengua de vaca que aparece abundante entre otras setas. Los habíamos visto a la mañana ya en la Baita Locia de Contrin.

Las gencianas que hemos visto en la Baita Logia de Contrín.

            Luego solamente nos queda desandar el camino que hemos hecho a la mañana, atajos incluidos que nos dejan en la furgo sobre las cinco y cuarto.

            Estamos contentos no por terminar una actividad más o incluso de cierta exigencia con alrededor de 1550 metros de desnivel sino porque la actividad ha sido ideada en base a un mapa y sobre un terreno completamente desconocido que a priori nos mostraba muchas incógnitas que hemos sabido resolver con cierta competencia. Esta montaña, fuera de masificaciones, nos ha agradado bastante más que las anteriores.

            Poco después levantamos el vuelo no para iniciar la vuelta pues el programa previsto está concluido sino que, aprovechando la inimaginable racha de buen tiempo en Dolomitas, nos vamos a dar un homenaje. 

30 ago 2015

3.15. MARMOLADA, PUNTA PENIA DESDE EL LAGO FEDAIA. 30-8-2015.


Rampas rocosas bajo el Plan Fiacconi.
 
Lago Fedaia, Refugio Plan Fiacconi, Glaciar de la Marmolada, Corredor Oeste y Arista Norte.

30-08-2015.

Salida 07 h. Llegada 14 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Marmolada Punta Penia procedente de Kompass. Vía en amarillo.
 
            El descenso por carretera a Canazei es corto y se pierde altitud con rapidez, para qué vamos a andarnos con tonterías.  Llegados al pueblo lo atravesamos en dirección sur, tal y como venimos y enseguida nos liamos en Alba guiados hacia el centro en lugar de seguir carretera  adelante.

            A continuación viene Penia  para ascender seguidamente hacia el Lago Fedaia. La carretera asciende primero suavemente pero en la parte final una serie de revueltas nos hacen ganar la altitud de 2050 metros a la que se encuentra el lago.

            Nos pasamos carreta adelante por la orilla norte y damos la vuelta al darnos cuenta de que se puede circular sobre la pared de la presa. En el lado sur de la misma hay aparcamientos desde los que sale el camino que emprenderemos mañana.

            En un aparcamiento que es una pista de esquí aquí muy llana y a escasos 30 metros del cartel que señala el camino al Refugio Fiacconi y Glaciar de la Marmolada  aparcamos. Hay mucho sitio a pesar de que es sábado.

            Disponemos de una dilatada tarde para merodear por los alrededores todavía al sol, recoger y organizar nuestros enseres, preparar la marcha de mañana y relajarnos con unas cervezas mientras se hace la hora de cenar. Luego de la cena, alrededor de las nueve y media nos empiltramos.

El camino discurre en principio por una ladera rocosa con vegetación.
 
            Son casi las seis y media de la mañana del 30 de Agosto de 2015 cuando nos levantamos. Estábamos todos despiertos.

            Son las siete de la mañana cuando tomamos el camino, la SS619, que marcha ladera para arriba en dirección sur. Se trata de un transitado camino con opciones que se desarrolla entre placas rocosas emergentes y alternadas con asentamientos de pratenses entre los que aparecen abetos y alerces. El sol nos acompaña en una mañana espléndida.

Llegando al Col dei Bous.
 
            Seguimos balizas y un largo tramo de sirga que no sabemos que hace allí pero que coincide con un tramo de nuestro camino  mientras vemos como solamente algunos alerces resisten a la altitud pues la vegetación se queda retenida por debajo del Col dei Bous situado en la parte sur de un crestón que surge en medio de la ladera glaciar. Estamos a 2500 metros de altitud.

            Disponemos durante casi todo el ascenso de un amplio horizonte que arranca al este con la Cresta Serauta y seguidamente la Punta y el Piz Serauta. En medio de estos aparece un teleférico que se eleva hacia Punta Rocca situada a continuación. Ya al sur está  nuestro objetivo entre dos tramos de glaciar, el de nuestra izquierda más amplio y el que tenemos al frente que se recoge en un circo reducido bajo las paredes de Punta Penia y que es al que nos dirigimos. Hacia el oeste clarean iluminadas por el sol las Paredes del Picolo y Gran Vernel y en medio de la morrena glaciar pues el hielo está recogido más arriba surgen un par de crestones, son los Sassos da le Doudes y el de Undes más al este.

El Piz Boe desde el Col dei Bou.
 
            Enseguida alcanzamos el Plan Fiacconi y unos metros más arriba el Refugio del mismo nombre situado a 2625 metros de altitud al que llega el remonte que parte de Fedaia. Se trata de una silla muy original en la que los viajeros, por parejas, suben de pie y lo estás probando ahora para luego ir subiendo a la riada que quiere acercarse al glaciar.

El Refugio del Plan Fiacconi y la llegada del teleférico.
 
            Son las ocho y cinco cuando pasamos junto al refugio prosiguiendo para arriba por un camino en el que han establecido escaleras de hormigón. Las lajas extraordinariamente lisas y pulidas por el glaciar debían de proporcionar frecuentísimos accidentes entre el turisteo que llegaba por aquí y había que cuidar a quién daba y da de comer.

            Las escalerillas nos conducen al Refugio del Glaciar de la Marmolada, no sabíamos de su existencia aquí a 2700 metros de altitud. El personal se está desperezando.
 
Dejamos atrás el Refugio del Glaciar de la Marmolada.

            Un último tramo de escaleras permite bajar un paretazo algo tieso y nos deposita en la Morrena del Glaciar de la Marmolada en la que el pedregal está establecido sobre las placas. Nosotros aprovecharemos los tramos lisos y limpios de materiales sueltos para ascender en busca del hielo del glaciar todavía algo más arriba.

            La morrena se torna consistente en un pequeño rellano y enseguida aparece el hielo mezclado con gravas que conformando cordones se elevan hasta sumergirse completamente en el hielo del glaciar. Ha helado a esta altitud.

Nos aproximamos al Glaciar de la Marmolada.
 
            Utilizando una de esas rampas mixtas ganamos altura hasta que, a la entrada del hielo nos ponemos los crampones. No hay nadie por delante, no hay huella pues se trata de un resalte de hielo vivo que no recuerda cuándo estuvo cubierto de nieve y lo vamos a negociar de frente y por el sombrío de una suave prominencia. Hubiera sido un ascenso un poco más amable haciéndolo en quiebro al sol pero…

Superado el muro de hielo vivo de la entrada al Glaciar de la Marmolada.
 
            Terminaremos a la sombra, al hielo vivo en el que prácticamente los crampones no hacen más que arañar el hielo y en una pendiente final más comprometida de lo esperado. Son 75 metros entretenidos como poco los que nos sacan al sol cuando el muro se arrellana y coincidimos con una tenue huella que asciende en diagonal por la parte soleada del muro. Estaremos sobre los 2900 metros de altitud.

Tramo amable del Glaciar de la Marmolada con huella y sin grietas.
 
            La continuación es una serie de zetas amplias por hielo más amable y siguiendo una huella sobre nieve hielo que comienza a blandear.

            Con ella atravesamos el rellano  que nos conduce al Contrafuerte Norte de Punta Penia que limita el circo glaciar en el que estamos entrando en su parte oeste.

Subimos una rampa de hielo y gravas en la parte oeste del Glaciar de la Marmolada.
 
            La huella nos conduce a la base de las paredes y asciende junto a las mismas por una rampa de gravas y hielo de esas que no dan confianza y que me recuerdan a la subida desde el Glaciar del Perdido al Collado del Cilindro de hace muchísimos años.

Contorneando grietas en busca del Corredor =este de Punta Penia.
 
            Superado el tramo la huella se introduce de nuevo en la pared para seguir zeteando suavemente  y contornear una serie de grietas abiertas. Una zeta más al este es la última alternativa para superar una gran grieta que corta casi todo el glaciar. Superada esta, la huella se vuelve horizontal al oeste en busca de las paredes.

            En la pared hemos localizado el corredor equipado que permite ascender la misma. El único problema es que el corredor arranca de la grieta que hemos terminado de atravesar y llegados a la pared hay que perder unos pocos metros muy erguidos, con poca huella y con las fauces de la grieta dispuesta a recoger cualquier patinazo. Estamos sobre los 3175 metros de altitud.

Entrando al Corredor Oeste de Punta Penia.
 
            En la pared nos quitamos los crampones, recogemos los piolets y bastones y nos vamos para arriba con toda comodidad.

            Se trata de un corredor rectilíneo, bastante erguido y encajonado con buenísima roca que es una delicia ascenderlo sin ninguna necesidad de tocar la sirga que tiene instalado pues en ningún caso pasará del IIº. A pesar de ello nos cruzamos con una cordada que lo está rapelando.

En la salida del Corredor Oeste de Punta Penia.
 
            Son 75 metros disfrutones que se nos van en un pis-pas y que nos depositan en la arista cimera sobre los 3250 metros de altitud.

En la sección cimera del Glaciar de la Marmolada.
 
            Creo que se puede subir hasta la cima sin pisar el hielo del glaciar colgante cimero, cosa que comprobaremos enseguida, pero hay tan buen sitio que volvemos a ponernos los crampones al sol y continuamos luego para arriba.

            Se trata de subir una rampa suavemente inclinada al oeste de la arista por la que transitamos en algunos momentos. A nuestra izquierda y antes de alcanzar las paredes hay un pasillo limpio de nieve que conduce a la cima.

La Cabaña Punta Penia en la Cima de la Marmolada.
 
            Ascendemos tranquilamente sobre un buen hielo hasta que la pendiente suaviza y desaparece la nieve en una cima amplísima y muy llana en la que tenemos la Cruz y el Hito Cimero al este, la Cabaña Punta Penia en el centro y al oeste una antena desde la que la arista comienza a inclinarse hacia los Verneles. Son las diez y media y estamos a 3343 metros de altitud.

En la Cima de Punta Penia.
 
            Recorremos toda la amplia cima de un lado a otro sin quitarnos los crampones pues el terreno es una fina gravera. Desde la parte oeste contemplamos las Cimas de Ombretta que es nuestro plato de mañana y el Valle Rosalía hacia el refugio Contrin. No nos molestamos ni siquiera en entrar en la cabaña. El personal parece que acostumbra a pasar la noche en el refugio y deja que el sol ablande el hielo del glaciar. Los primeros con los que nos hemos cruzado son los que rapelaban el corredor. Esta noche ha sido luna casi llena.

Una mirada hacia las Ombrettas nuestro tajo de mañana.
 
            En el lugar más alto de la cima hay una enorme cruz metálica y un hito artificial. Hacemos algunas fotos y nos sentamos sobre los paredones del este a echar un bocado mientras contemplamos la llegada del teleférico y el refugio instalado en Punta Rocca además de una máquina pisanieves que está merodeando alrededor del mismo. También contemplamos el Valle de Ombretta.

Punta Rocca con su refugio desde la Cima de Punta Penia.
 
            Digamos que no me molesta pero a mí no me gusta este tipo de montañas con teleféricos por cualquier parte hasta las cimas, con refugios en las cimas, en medio de los valles y en la parte baja de los mismos, con sirgas tan pronto como aparece la dificultad más mínima, con caminos muy transitados y estupendamente señalizados para el uso masivo de todo aquel que se quiera acercar a la montaña. Me parece estupenda la accesibilidad general pero yo prefiero otra cosa. Contra gustos no hay disputas.

            Compramos las fotografías de unas chovas con un poco de comida y una hora después nos vamos para abajo sin haber podido localizar el Refugio Marco dal Bianco situado en las inmediaciones del Paso de Ombretta.
 
Descendiendo por el Corredor Oeste de Punta Penia.
 
            El descenso del casquete somital no tiene otra historia más que convertirse en un delicioso paseo al sol de la mañana. En la entrada del corredor nos quitamos los crampones y descendemos el corredor haciendo cola con una cordada que va delante algo lenta.

            La adelantamos en la parte baja del corredor pero tenemos que hacer de nuevo cola para entrar al glaciar.

Rodeando grietas en la Cabecera del Glaciar de la Marmolada.
 
            Contorneada la grieta grande les adelantamos y nos vamos para abajo con paso de maniobra opus dominical.

            La rampa terrosa se desciende mejor de lo que la hemos ascendido, la gente sube asegurando por medio del glaciar y antes de llegar al muro inicial la pareja que va delante y que ha asegurado un poco el descenso del tramo intermedio nos deja pasar. Deben preferir que les marquemos camino.

Descendiendo con cuidado el muro de hielo inferior del Glaciar de la Marmolada.
 
            El descenso del muro lo hacemos en diagonal al oeste para luego volver al este y rematarlo. Sigue vestido de hielo duro y negro que se hace aguas por todas partes. Alcanzada la morrena glaciar nos quitamos los crampones, recogemos los piolets y continuamos descenso utilizando todas las placas de roca pulida que podemos. Nos conducen al Refugio del Glaciar de la Marmolada donde se solea el personal en biquini. Hacemos alguna foto del glaciar a modo de despedida y continuamos por las escaleras para abajo con destino al Refugio Fiacconi.

            Nos entretenemos un poco viendo como se montan y desmontan de las perchas yo me doy una columpiada recordando mi infancia en una zona de columpios al lado del refugio y poco después tras contemplar cómo algunos que bajaban con nosotros se meten en el teleférico, continuamos nuestro descenso a pateta como es nuestra ejecutoria. Hemos sido los primeros en subir pues no hemos visto huellas en el glaciar y quizás seamos de los pocos o únicos que ha hecho el pico sin la ayuda de los remontes. La montaña se puede afrontar de diversas maneras sin  pretender catalogar a nadie por la forma de abordarlas.

Amapola amarilla en Plan Fiacconi.
 
            Sin prisa pero sin pausa nos bajamos al encuentro del bosque y al abrazo progresivo  del calor llegando a la furgo a las dos de la tarde tras liquidar un desnivel acumulado de alrededor de 1300 metros.

            Hay más sitios en el aparcamiento que ayer cuando llegamos. Parece ser que ya no es el mejor momento para hacer el pico utilizando la vía del glaciar.

            Hay una preciosa sombra llana con sombra de abeto para aparcar la furgo debajo, tenemos al lado sitio al sol para poner a secar todas nuestras pertenencia húmedas y a una veintena de metros del inicio del camino una charca alimentada por una surgencia de agua helada que debe bajar del glaciar y que no hay quien aguante de fría que está.

            Nos pegaremos un buen remojón como hemos visto que lo hacia el personal y como unos bebes recién bañados comeremos tranquilamente en la furgo dando tiempo a que se seque todo. Tenemos toda la tarde por delante y poca faena por realizar.

            Luego de recogido todo nos vamos al otro lado de la presa para fotografiar con perspectiva desde allí el territorio de nuestro ascenso y a continuación carretera para abajo con destino a Alba.