1 jul 2010

25a-10. PICO LLENA DE CANTAL. FAENANDO EN EL CIRCO DE PIEDRAFITA. 1-7-2010.

Picos de Campo Plano y Llena de Cantal desde Reespumoso. 30-6-10. 

Aparcamiento de Lasarra, Llano Cheto, Refugio de Respumoso, Ibón de Llena de Cantal, Ibonciecho Alto de Llena de Cantal y Arista Sudoeste.

01-07-2010.

Salida 16 h. Llegada 09 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

 Mariano Javierre.


Mapa del Circo de Piedrafita procedente de Prames. Vía en amarillo.



            Llegan las vacaciones del 2010 y, no es que tenga mucha prisa pero… mañana 1 de Julio será un buen día meteorológicamente hablando y lo voy a aprovechar.

            Brevemente preparo mis cosas y tranquilamente me llego a Lasarra para dejar el coche frente al Puente de las Faxas.

            Son las cuatro de una tarde cálida y radiante cuando me pongo en camino a 1450 metros de altitud. Un conocido camino por la orilla derecha del Aguaslimpias, sembrado de vistosísimas y abundantes flores, me ha de llevar al Circo de Piedrafita.
Cascada de Balzaroleta. 30-6-10.

            Primero el Rellano de Tornadizas, luego la Cascada de Balzaroleta entrando al hayedo que regala un caleidoscópico frescor… el camino y el barranco  se elevan y ahondan alternativamente, muy transitado el uno, profundo y espumoso el otro; alcanzamos la Cascada de Soba semioculta por la vegetación de ribera que ningún alud cercena y proseguimos al encuentro con el paso del Onso que es la puerta de acceso al Rellano Cheto en el que camino y barranco se ponen de acuerdo.

Rododendro. 30-6-10.

            Las fotografías para el recuerdo se llevan su tiempo pero son las cinco cuando transito junto a los restos de un brutal alud que bajó de Arriel y casi no deja títere con cabeza. Fotografío por enésima ves la Cascada de Arriel y la Cascada del Paso del Pino que, por cierto, no tiene pino sino una fastuosa haya.

            El camino invariablemente al norte abandona el Llano Cheto girando al este y elevándose sobre el mismo para transitar, siempre por la orilla derecha del barranco la ladera sur de Frondiellas.

            La gente baja mientras subo llenándome los ojos de conocidas maravillas, que no por conocidas, dejan de ser esperadas y maravillosas.

            Baja agua por todas partes y un potente alud caído de Garmo Pipos cruza el barranco refaldándose hasta las inmediaciones del camino.

            El sofocante calor se va paliando con la altitud y el sol, un poco de espaldas, molesta menos cuando se asoma la Gran Faxa sobre el muro de la Presa de Reespumoso o Respomuso, vaya usted a saber; mientras mi memoria rescata imágenes y recuerdos del pasado, especialmente de aquella fausta tarde en la que subía con una auténtica tropa de querubines dispuestos a devorarse el Pirineo a dentelladas.

Refugio de Piedrafita. 30-6-10.

            Son las seis de la tarde y contemplo la Capilla de la Virgen de las Nieves, más y más recuerdos. Luego, casi de llano me alargo hasta el Refugio de Piedrafita pasando intencionadamente por la ducha, el camino a cota inferior bajo la pequeña cascada.

            Breve parada en el refugio a 2200 metros de altitud que aprovecho para intercambiar con uno de los guardas información sobre el Pico Campo Plano, la que poseo es prácticamente inexistente pero que me confirma no ser necesaria y prosigo adelante, cuando son las seis y media.

            La gente queda atrás y yo me voy a cruzar el Barranco Campo Plano que supongo será problemático.

            No lo será demasiado. Hay que descalzarse, quitarse los pantalones y cruzar en “marinetas”. El agua está decentilla y viene bien el refresco vespertino. Peor será que mañana me toque algo parecido  a primeras horas cuando el día todavía esté medio dormido.

            Una segunda rama de barranco, este de Llena de Cantal hay que saltar por un lugar propicio para no elevarse demasiado sobre la Ladera Oeste del Pico Campo Plano; inmediatamente después alcanzo el camino que viene por la orilla izquierda del ibón de Reespumoso que ya ha quedado algo atrás. Hemos girado al sudeste.

Pico Tebarray. 30-6-10.

            El camino que está lleno o de nieve o de agua proveniente de inmediatos neveros, asciende un suave resalte, se arrellana bajo el cerrojo del Ibón de Llena de Cantal y me invita a buscar lugar donde pasar la noche.

            Atravesaré el barranco por un puente de nieve y en un rellanito de la orilla derecha del mismo compartiré majada con un reducido rebaño de vejas al cuidado de un joven mastín del pirineo que cumplidamente me viene a saludar.

            Son las siete de la tarde y estoy sobre los 2300 metros de altitud en el límite inferior de la nieve que este año la hay a granel.
Mi vivac. 30-6-10.

            Busco un buen sitio abrigado del viento que pueda bajar de la parte alta del circo y relajadamente ocuparé el resto de la, todavía soleada, tarde hasta que me empiltre en el saco cuando son las nueve y aún queda una hora larga para que aparezcan en el cielo satélites primero y estrellas después. Estoy un poquito solo pero en la gloria con mis recuerdos. Uno tiene que hacer lo que tiene que hacer controlando lo que hace, y a ser posible, que todo vaya razonablemente bien.

            Me dormiré contemplando el Circo de Vuelta Barrada y recordando  nuestra  subida a Balaitus aquel día por primera vez… te recuerdo Rosa; o a las Frondiellas con víbora sorpresa otro, o aquella Torre de Costerillou y Aguja de Usell subiendo a Balaitus por la Aguja Lamathe, o aquel inolvidable vivac en la Cima de Balaitus tras la sorpresita de los bloques empotrados del Corredor de la Brecha de Latour… me acunan los recuerdos de casi toda una vida en la montaña.

            Serán las dos de la mañana cuando recibo la visita de la luna: como refulge la condenada, suerte que girará por detrás de mi cogote. Las estrellas del sur se han debido ir todas al norte y, claro, allí ya no caben más, de tal forma que las constelaciones andan medio revueltas. Suerte que la comodidad de mi vivac me permite conciliar el sueño de nuevo hasta que pasadas las cuatro, mis compañeras de noche se levanten ya a triscar los recién nacidos pastos en la Oeste de campo Plano y ¡Adiós noche!

            Me acordaré de Laskar, ¡ánimo chaval! Cuando tengas que hacer un vivac, que sea al menos como este, ¿no te parece? Y cómodo yo, esperaré a que los primeros rayos de sol iluminen las puntas de las Frondiellas para comenzar el mes de Julio: son las seis y media de la mañana.

            A las siete estoy de camino tras desayunar y dejar parte del material de vivac para la vuelta.

            Inmediatamente he de atravesar el barranco por un puente de nieve y afrontar por su orilla izquierda el resalte del cerrojo del ibón de Llena de Cantal. La nieve esta deliciosamente tiesa lo que augura algunos pequeños problemas por arriba. Ha corrido una ligera brisa durante la noche y ya veremos si no hay que “picar en el huerto” con el piolet.
Llena de Cantal.

            El estado del barranco, semicubierto, desaconseja subir por las inmediaciones del mismo. Por consiguiente lo haré fundamentalmente por el camino en dirección sur-sudeste hasta alcanzar el lecho del Ibón de Llena de Cantal situado a 2460 metros de altitud

            El ibón, con un reducido ojo en su orilla oeste tiene un buen puente en su desagüe por lo que me evitaré la vuelta al transitarlo por su orilla nordeste y así atajar aprovechando que el corredor principal va a girar al este.


            La nieve en el corredor ya es continua, está algo resbalosa para mis botas de suela blanda y, consecuentemente, he de cambiar de estrategia: en lugar de proseguir por el fondo del corredor trataré de incorporarme lo antes posible al espolón sudoeste del pico, que cuenta con zonas limpias de nieve al estar más expuesto al viento y al sol.

Iniciando el espolón Sudoeste de Llena de Cantal.

            Una larga travesía a media ladera me saca de la nieve cuando son las siete y media de la mañana un poco pasadas. Todavía tendré que atravesar manchas de nieve inclinadas pero mi trabajo consistirá en sortearlas en su mayor parte a base de pequeños rodeos: la nieve ya está “pelín” dura.

Llena de Cantal todavía aparece lejos.

            Progreso por el espolón y alrededor de los 2600 metros encuentro alguna cita y balizas rojas. A partir de aquí serán mi compañía con el inconveniente de tener que recuperarlas tras escamotear algún tramo de nevero.


El Ibonciecho Alto de Llena de Cantal.

            Sobre los 2750 metros de altitud alcanzo un pequeño cuello que cierra el emplazamiento de un minúsculo ibón encerrado entre las paredes de los Picos del Pecho que culminan al norte con el Pico Llena de Cantal. La nieve del collado está como el cristal: ha habido un importante rehielo y no se tienen ni los gatos. Suerte que en el centro del collado, un tramo muy suave y ondulada me permite alcanzar la pared y se acabó el problema.

            Una rampa inclinada y llena de balizas permite abandonar las inmediaciones de la cubeta lacustre al encuentro de la arista sudoeste del pico. Alcanzada la arista en un pequeño hombro, la vía discurre por las inmediaciones de la misma o a toda cresta, se trata de una arista metamórfica con materiales bastante decentes pudiendo elegir pasos.

En la Pared de Llena de Cantal.

            Hay que apoyar las manos pero en ningún momento aparecen situaciones complicadas más allá de un apequeña travesía que te saca de la arista en busca de un erguido corredor, muy defendido, en el caso de que no se quiera proseguir por la misma.

            En la travesía me recibe el sol y enseguida, unos metros más arriba, el pilote cimero del Pico Llena de Cantal a 2956 metros de altitud. Son las ocho y media de la mañana.
Cima de Llena de Cantal.

            Foto con autodisparador con trípode de fortuna y un enorme paisaje que degusto tranquilamente al delicioso sol de la mañana mientras picoteo un poco.

Infiernos tras Piedrafita y Marmoleras.

            Espectaculares quedan los Picos Tebarray, Marmoleras, Piedrafita, Gaurier y Zarre. ¡Que bien se ve la placa entre las dos puntas del Gaurier! Todavía recuerdo allí a Sara, la mastina de la Casa de Piedra que posteriormente nos acompañaría al Cristales.
Zarre y Gaurier.
Cambalés, Aragón y la Gran Faxa.

Frondiellas, Balaitus y Cristales desde Campo Plano.

            Que se puede decir de Frondiellas a Cristales todos reunidos y acompañados de Peira, Canbales, Aragón y las dos Faxas. Pallas, Arrieles, hasta el Midí se asoma a la fiesta acompañado de las remotas majestades de los Pirineos Occidentales.

Gran Faxa.

Ibonciecho de Llena de Cantal.
            Desde la zona norte de la cima contemplo la brutal arista que enlaza, es un decir pues yo creo que más separa que enlaza, con el Pico Campo Plano y los recónditos Ibones Altos de Campo Plano.

Una subida de libro a Llena de Cantal.

            Media hora después me voy para abajo fundamentalmente por la arista, tiene mejor roca que el corredor y la ladera  inmediata. En poco más de un cuarto de hora salgo de la pared alcanzando el cuello del ibonciecho helado en el que no hay forma humana de meter un pie por lo que me llegaré al fondo haciendo piolet escoba y a otra cosa.

La Sur del Pico Llena de Cantal.

          
Puedes ver más fotos.

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