30 may 2009

20-09. PUNTA ESCARRA POR EL CORREDOR NORTE. 30-5-2009.

Escarra desde Izas.

Col de Ladrones, Canal de Izas, corredor norte y arista norte.

30-5-09.

Salida 8 h. Llegada 17 h.

Sol.

Bastante fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Escarra procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Punta Escarra es una cima arrogante y distante, se sabe Señora de Ip, Izas, Balsera y Armenuso y no se puede decir que se trate de una “chica fácil”. Escarra está siempre lejos y su conquista requiere un espléndido esfuerzo, no admite otros presentes.

            Nuestra memoria guarda aquella primera ocasión en la que subimos desde Canfranc, era Julio del 92, nos íbamos a los Alpes y tuvimos la “inestimable” compañía de las nieblas. Todavía recuerdo que bajamos con Juan hasta las inmediaciones del collado noroeste y convencimos a mi chica para subir de nuevo.

            En la segunda ocasión lo hicimos por la Rinconada de Armenuso pasando por Bucuesa y haciendo una vía muy original  en la que disfrutamos de un espléndido jardín de edelweis, era agosto de 2000.

            Llevaba tiempo detrás del corredor norte. Cada vez que subía a esquiar a Formigal me acercaba con el arrastre hasta el Collado de Izas y se me hacían los dientes largos.

            A Escarra se puede subir por Balsera pero si el corredor ha de estar en condiciones, la pista más allá de la cola del Embalse de Escarra puede estar infernal o sencillamente intransitable. Podría ser la vía más corta aprovechando la pista pero…

            Por cualquier sitio largo y con un desnivel de fuste pero ya tenemos ganas de estrenar la temporada como mandan los cánones.

            Es 30 de Mayo de 2009, la primavera está casi finalizando y con tanta nieve y tanto esquí casi se nos pasa el asado.

            A las ocho, hemos aparcado en Col de Ladrones  junto al cartel indicador del Valle de Izas, a 1340 metros de altitud y en dirección este tomamos el camino por la orilla izquierda del barranco.

            Tras el desmonte de la morrena, el conocido y balizado camino, que nos guarda el delicado obsequio del tablero de damas florecido, nos va elevando sobre el estrangulamiento del barranco vestido con un enorme pedregal de calizas claras desde el que observamos el crecido y espumeante cauce del Barranco de Izas.
 
Cascada del Barranco de Izas.

            En este valle en el que a la mañana hay que hacer las fotos de la tarde, aprovecho para contemplar la cara este del Tobazo con el que tenemos una cuenta pendiente, luego, por la tarde, si no hay tormenta, haré las de la mañana.


Campaniles de Izas, Campanal y Pala de Ip.
 
            De cualquier forma y aprovechando la calidez del día y el repecho para entrar en calor, alcanzamos el umbral del valle colgado cerca ya de los 1500 metros de altitud  y desde allí, avanzando de llano, contemplamos al contraluz un espléndido y arrellanado valle, escandalosamente verde y recorrido por una delicada cinta de plata con un lujoso y espumeante lazo: la Cascada de Izas que baja que revienta.

Murallones de la Tronquera.
 
            Enseguida dejamos que parta a nuestra derecha o sur el camino de la Vuelta de Iserías que conduce al Ibón de Samán sobre el que dejamos que se asome la cabeza de La Moleta y cruzamos crecidos torrentes que bajan del sur recordándonos que, en primavera, no se pueden cruzar por cualquier parte.

La Moleta desde la Cabaña de Iserías.
 
            Ganamos suavemente altura contemplando los paredones del norte vestidos de verdura y recordando una original subida al Vértice de Anayet alcanzamos la Mallata de Iserías  sobre los 1650 metros de altitud cuando son las nueve pasadas.


La Sur del Porté.

            En este punto abandonamos el balizado camino que se va perezosamente por el fondo del valle en busca del Collado de Izas y tomamos un espolón herboso que en suave ascenso se orienta directamente hacia los Campanales de Ip. Nos gusta contemplarlos de cerca y como nos pillan de camino…

Campanil de Ip.
            Ascendemos en dirección este-sudeste hasta ponernos por encima de los 1900 metros de altitud  para continuar en una media ladera muy suave tomando de nuevo dirección casi este.
 
Pala y Campanal de Ip.

            Hemos dejado primero la rinconada de Iserías, luego la Rinconada de la Tronquera y ahora pasamos al norte del contrafuerte en el que se asientan el Campanil de Ip, El Carrillo y que asciende hacia el Campanal de Ip. Hacemos fotos por el oeste y luego por el este ya en competencia con la imponente pared de la Pala de Ip.
 
Ventiente Este del Campanil de Ip.

            Transitamos de cuando en cuando neveros residuales asentados entre retazos de praderío todavía abrasado por el invierno y progresamos por un puerto suavemente ondulado orientados por la entrada del corredor existente en la cara norte de Punta Escarra. Más al este se queda el Porrón y el Pico de las Tres Guegas recortados sobre el horizonte este.


Paredes de la Norte de la Pala de Ip.

            La nieve se nos hace continua cuando nos aproximamos a los 2150 metros de altitud y transitamos al norte de los paredones que enlazan la Pala de Ip con Punta Escarra. No se hunde prácticamente de lo asentada que se encuentra pero a pesar de ello decidimos parar a echar un bocado, un trago y colocarnos los crampones sobre una gran piedra plana que emerge de la nieve cuando son las diez y media pasadas.

            Son casi las once de la mañana cuando iniciamos una diagonal rectilínea hacia la entrada del corredor en suave y persistente ascenso. La nieve responde noblemente y avanzamos con relativa comodidad a ritmo aceptable.

Entrada al Corredor Norte de Escarra.
 
            Poco después alcanzamos el estrangulamiento de entrada del corredor cuando ya nos hemos elevado un tramo considerable pues estaremos sobre los 2300 metros de altitud. La pendiente rondará los 30º.

            Colocados en el centro del corredor nos aguardan  250 metros de desnivel que aparecen bastante sostenidos.
 
Buscando la sombra en la orilla derecha del corredor. 

            Un primer tramo  en el que la pendiente sobrepasa los 40º nos conduce a un primer estrangulamiento originado por una afloración rocosa en la orilla izquierda del corredor. Pasado el estrangulamiento la pared se yergue un poco pero enseguida vuelve de nuevo a tener una inclinación similar a la anterior.

Por encima del Estrangulamiento Inferior.

            Un segundo tramo algo más largo y sostenido se eleva poderosamente en busca de otro estrangulamiento alto.
 
Parte Intermedia del Corredor Norte de Escarra.

            Subimos tranquilamente pero a tren a pesar de que mi chica está muy fastidiada y pasamos la rimalla originada bajo un pequeño resalte en el que la pendiente rondará los 50º.

Ya se perfila la salida.

            Un suave descansillo dentro de la tónica general del corredor nos conduce hasta el estrangulamiento superior en el que el corredor describe un suave quiebro y afronta una última largada ya muy soleada y con nieve un tanto blandurria pero que se sigue subiendo bien siempre y cuando trabajes con el medio crampón delantero. La salida es un muro de alrededor de 20 metros que rondarán los 60º de inclinación. Un grupo de navarros contempla desde arriba nuestras maniobras cuando van a ser las doce y cuarto y estamos a 2560 metros de altitud.
 
La Arista Norte de Escarra por encima del corredor. 

            Dejamos crampones y piolets en las rocas y proseguimos hacia el este próximos a la arista. Hay un bien marcado caminillo que nos ayuda puesto que solamente tenemos vagas ideas acerca del casquete somital del pico.

            Alcanzamos la arista tras ascender alrededor de 50 metros de desnievel, el camino se difumina un tanto ya que  las citas además de poco rotundas están algo desperdigadas.

            Ascendemos un poco por la arista recordando que en algún momento hay que pasar a la cara este y enseguida, en una minúscula brecha lo hacemos.

Para arriba por cualquier parte de la Noreste de Escarra.
 
            En la cara este se puede progresar un poco por cualquier parte pero en cualquier punto hay que apoyar las manos y tener cierta costumbre. Una serie de viras, pasillos, fisuras, pequeños diedros y escalones jalonan la cara este en la que progresar requiere un poco de cuidado y atención para ver la continuación del paso en el que estás metido.

            Nosotros nos vamos un poco hacia el centro de la pared y por ella nos acercamos a la cima siempre con la intención de retornar a la arista.

En Escarra con Bucuesa.

            Son las doce y media pasadas cuando alcanzamos la cima de Punta Escarra situada a 2748 metros de altitud. Charlamos con la pareja que ha subido por Sarrios.

Lago de Escarra y los Ibones de y Sobatiella y Saleras.
 
            Escarra nos ofrece todo un universo pirenaico conocido del que picoteamos nuestros manjares preferidos: Los Campanales de Collarada, el próximo Pico Balsera, la Peña Samola Alta, la Faja Oeste de Peña Retona, la oscuras Peñas del Calzin, los recónditos Ibones de Balsera y de la Sierra, el Pico Royo, el Collado de Izas y el Pico de las Tres Huegas, el Midí, el Balaitus, el Pallas… Nos fotografian con los ibones de Bucuesa.

Ibón de la Sierra desde Escarra.

Los Gendarmes de la Norte de Escarra.
 
            Media hora después nos vamos para abajo. El descenso lo haremos más cerca de la arista que a la subida, hay posibilidades de elección. Reconocemos la incorporación a la arista en nuestra anterior visita y, llegados al collado nos sentamos a comer.

Descenso del Corredor Norte de Escarra.

            Son casi las dos cuando calzamos de nuevo los crampones, tiramos para abajo por el corredor. Primero descendemos el muro de salida de espaldas al valle y luego, poco más abajo nos damos la vuelta puesta que la nieve lo permite.

            Bueno, lo que hace la nieve son unos zuecos salvajes en los tramos en los que está más reblandecida, yo los negocio con fuertes patadas, mi chica, que lleva crampones de puntas más largas que las mías no gana para resbalones. El descenso le resulta incómodo y, en los tramos más erguidos maniobrar de espaldas al valle. A duras penas vencemos la tentación de hacer algún “culembajen” de los clásicos nuestros.

Las Foyas.
 
             Fotografiamos el Ibón de las Foyas medio sitiado por la nieve y poco después alcanzamos la entrada del corredor.

            La continuación consiste en faldear un poco por encima de nuestra huella de subida al objeto de trazar una diagonal todavía más larga y cómoda que la de la mañana. Salidos de la nieve colgamos en las mochilas el material y echamos un trago con sed.

            Bajamos más directamente hacia el fondo del valle, un poco por cualquier lado ya que no cuenta con resaltes de consideración y reconvenimos en que es una pena que tenga una entrada tan poco afortunada para el esquí.

            En la Majada de Iserías nos salimos del recién recuperado camino para acercarnos hasta la Cascada de Izas y contemplar una espléndida demostración de las fuerzas de la naturaleza.

Tablero de damas, celestial regalo de la primavera.
 
            Luego volvemos al camino y lo desandamos al encuentro de las flores de tablero de damas que fotografiaré repetidamente.

            Cansinamente llegamos al coche cuando son las cinco de una tarde un tanto plomiza o es que nos han pesado demasiado los 1420 metros de desnivel que hemos movido.
 
 
   

           

             

 

           

           

 

           

 

             

24 may 2009

19-9. PUNTA SELVA Y DE CAMINO GUE. 24-5-2009.

Punta Selva desde los Prados de Ecuer Alto.

Escuer, Selva Norte, Punta Gué y Punta Selva.

24-5-09.

Salida 9 h. Llegada15 h.

Nublado.

Muy fácil.

Ascensión-

Mariano Javierre.

Mapa de Punta Selva procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Punta Selva siempre ha estado a la sombra de Gue.

            Gué es ese monte familiar que se levanta sobre los glacis de la orilla norte de la Canal Ancha y custodia la confluencia de los ríos Aurín y Gállego. Y digo familiar refiriéndome a los que vivimos en sus inmediaciones y que visitamos con cierta frecuencia, especialmente en días poco recomendables para otras actividades más llamativas.

            A Gué se suele subir por su evidente y escalonada arista sur y también, los que desconocen este camino disponen de la Pista de la Pardina Gué que sube hasta la cima especialmente desde el incendio que hace unos años asoló la delicada cima del pico. Por el norte hay otros caminos.

            Hace algunos años que nos encontramos en la cima de Gué un extraño aparato que al parecer no tenía otra misión que la de conmemorar un camino de subida al pico y que consagraba como “Vía B”, la gente lleva y deposita en las cimas toda clase de objetos y trapos. Allí quedó la cosa y el artefacto desapareció.

            Nunca habíamos subido por la vertiente norte y nos iba por la cabeza pero esperando un día apropiado y además que el sotobosque no estuviera mojado, pues suponíamos que  tendríamos que atravesar alguna zona boscosa, pues allí estaba esperando el tema.

            Dispongo de un tremendo fin de semana entero y verdadero con pésimo tiempo anunciado y quiero… bueno. El tiempo sale muy malo a la hora temprana de las decisiones y del sábado para el domingo y, de nuevo, a las siete de la mañana del 24 de Mayo de 2009 llueve.

            Hay que cambiar de planes y ¿por qué no cambiar el piolet por el paraguas y marchar a Gué? El monte estará muy mojado pero como voy solo…

            A las nueve de la mañana estoy aparcando junto a la barrera que restringe el tránsito de la pista que va de Escuer Nuevo a Escuer Alto a  900 metros de altitud.

            Un par de kilómetros de pista en suave ascenso y en dirección noroeste nos van elevando sobre la orilla derecha del Barranco de  hasta enseñarnos al otro lado del mismo el desdentado y semiderruido caserío de antiguo pueblo de Escuer del que destaca la torre de vigilancia y la remozada caseta del pastor.

Escuer Alto desde los prados del sur.
 
            Estamos a 1140 metros de altitud y dejando por segunda vez pista nuestra derecha giramos con la rama izquierda hacia el sur para introducirnos en los planos y verdes prados al norte de Punta Selva, ocupados por un mediano rebaño de vacas.

            Hemos pasado junto a una caseta de recreo de nueva hechura y atravesado todos los prados hasta que la pista desaparece en ellos para buscar al final de los mismos un camino que prosigue hacia el sur por una pequeña loma de un indeciso pinar.

            Enseguida encuentro balizas blancas y con ellas me voy ya que el camino se va con ellas. Parece ser que se trata de la “Vía B”, camino desde Escuer pasando por Arguisal.

            Fundamentalmente hacia el sur y prácticamente sin ganar altura el camino transita unas fajas de pino de repoblación asentados sobre laderas margosas hasta alcanzar una zona de rellanos incultos en los que se encharca el agua.

            Hay que atravesarlos por debajo de unas paredes margosas muy claras y nada más superarlas, por la parte alta de los herbazales, proseguir con el camino que asciende a partir de aquí con un poco de gana.

Brercha de Cachibirizas desde la Norte de Gué.
 
            Más no ascenderemos demasiado puesto que, enseguida alcanzamos el lecho de una pista situados a 1300 metros de desnivel y por ella hay que proseguir.

 
            La pista se duerme en la ladera nordeste de Punta Gué fundamentalmente en busca del contrafuerte este del pico hasta que se alcanza una fuente, que supongo se agostará en verano e iniciar seguidamente la última y más larga lazada que permite atravesar toda la ladera para alcanzar el collado situado entre Punta Gué y Peña Arguisal a 1490 metros de altitud.

Gué.

            El amplio y plano collado es recorrido por una pista cabecera que se encumbra en Punta Gué. Y  ya que estoy aquí me subo por la vieja tiradera de madera para almorzar en Punta Gué a 1579 metros de altitud, cuando van a ser las once y media de la mañana.
Santa Lucía desde la Cima de Gué.

            Echo un bocado, un trago; hago unas fotos malísimas puesto que la calima del Sahara desluce el paisaje y, comprobado que casi todo está en su lugar, algunas cosas más adivinadas que vistas, me vuelvo sobre mis pasos hasta el collado. No hay que decir que Punta Gué es un mirador extraordinario como lo suelen ser casi todos los del Prepirineo y que está a disposición de todo aquel que lo quiera disfrutar.

Orquídea en Punta Gué.

Peña de Arguisal desde Punta Gué.
 
            Son las doce cuando en dirección norte recorro unos metros por la pista en suave ascenso y abandonándola me acerco hasta la Peña de Arguisal de 1541 metros de altitud. La verdad es que no sé de dónde le viene lo de peña puesto que se trata de un minúsculo lomo lleno de vegetación y desde el que ver algo es medianamente complicado.

Aquilegias en la Peña de Arguisal.

            Enseguida me bajo a buscar la pista que transita casi horizontal ligeramente por la vertiente sur y con ella sigo adelante  para descender hasta un punto bajo en las inmediaciones de Punta Selva.
 

            La pista se abre en dos a modo de collar. La rama izquierda enseguida se ahonda al oeste  hacia el Solano Pardinilla, mientras que la rama derecha transita la cabecera de la ladera este de Punta Selva y más allá prosigue al norte hacia terrenos de la Pardina Pedrochil.
 
El Pueyo desde Punta Selva.

            Cuando la pista quiere comenzar a ahondarse siguiendo la descendente línea de la sierra me doy la vuelta y por la cabecera alcanzo la cima de Punta Selva a 1520 metros de altitud. Son las doce y media.

Primavera elatior.

Peña de Arguisal y Punta Gué desde Punta Selva.
 
            Recuperar la pista en dirección sur por la cabecera que está completamente vestida es hacer oposiciones para pillar un remojón tal y como está el sotobosque, así que con abundantes vueltas y cuidados hay que recorrer unos pocos metros para alcanzar de nuevo la pista y con ella disfrutando del mágico silencio solamente roto por el aleteo indolente de una espectacular eclosión de mariposas, abandonar la cabecera de la sierra pista abajo.

Vertiente Norte de la Peña de Arguisal.

Barranco del Solano o de Pardinilla.
 
            El día está cálidamente neblinoso y la bajada con ratos de tornasol se hace un pelín pesada pero se compensa con la delicadeza de la selva en plena primavera.

Retama de flor amarilla cerca de Escuer Nuevo.
 
            Van a ser las tres de la tarde cuando llego al coche aparcado en las inmediaciones de la barrera. El paseo se ha saldado con 800 metros de desnivel y la ascensión a Gué es por aquí un poco más larga al tratarse de una ruta un poco más tendida.
 
 
  

             

  

 

16 may 2009

18-09. MALA CARA POR CANAL ROYA. 16-5-2009.

Cornisas primaverales de Mala Cara.

Valle d’Aneu, Col de Houer y arista este. Vuelta por Canal Roya.

16-5-2009.
 
Salida 09 h. Llegada 14 h.

Nublado.

Fácil.

Esquís de travesía.
 
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Mala Cara procedente de Beturián Ara. Vía en amarillo.

            A Mala Cara  los franceses suben por el Valle d’Ayous, es un reducto de nieve para final de temporada aunque les resulte un tanto largo desde el Lac de Bious Artigues, los españoles lo hacemos por Astún.. Nosotros así lo habíamos hecho  y cada vez que subíamos al Canal Roya nos decíamos que teníamos que ir algún día al Malacara por la arista. Incluso en alguna ocasión habíamos alcanzado la Cota Intermedia de la que desconozco su nombre, luego sabría que era el Pico Bagüer.

            Creíamos que habíamos dado los último giros de la temporada en el Pico de los Monjes pero, llueve y hasta nieva un poco durante la semana, las temperaturas bajan bastante y aprovechamos el indeciso tiempo previsto para marchar con los esquís.

            En Bubal comprobamos que la nieve de mandilar ha volado en esta semana y le decimos adiós al Verde que era nuestro objetivo.

            Entre marchar a repetir la vuelta a los Faballones y el Canal Roya no hay duda y a las nueve, con los esquís al hombro nos ponemos en marcha en el archiconocido Valle d’Aneu sobre los 1720 metros de altitud.

            Es 16 de Mayo de 2009, hay nieve, pero la poca gente que hay en el valle está ya por arriba pues son las nueve de la mañana.

            Bajamos hasta pasar el hoy crecidísimo Barranco d’Aneu por el puente y al otro lado nos ponemos los esquís aunque sabemos que el valle tiene afloraciones limpias de nieve que poco más adelante, al final del resalte inferior, pasaremos con cuidado.

Nieve muy cortada en el Centro Pastoral.
 
            De allí para arriba la nieve ya es continua así como las nubes, que de mediano desarrollo, nos acompañarán toda la jornada. La bajada de temperaturas se ha notado y la nieve que tiene cierta consistencia a pesar de que empieza a blandear se desliza bastante bien.

Peña de la Glera que nos orienta.
 
La Gradillera y Canal Roya al fondo.

            El valle que hay que recorrer en dirección oeste presenta dos sucesivos resaltes suaves coronados por sendos rellanos. Del segundo rellano se sale en suave ascenso  por un tercero a buscar el lecho de un barranco cubierto que conduce al Rellano de la Gradillera, custodiado al sur por la arrogante Peña de la Glera que muestra su cabeza completamente limpia.

            Del Rellano de la Gradillera arranca la cara este del Pico Canal Roya que nos ofrece su maciza mole invitándonos a evitarla. Nosotros aceptamos la invitación yéndonos como siempre en busca del Col de Houer situado en la arista norte del pico.

Canal Roya desde Col Houer.
 
            Para ello superamos un nueve resalte en dirección al pico y en la base de la pared somital realizamos un faldeo en suave ascenso de este a oeste que nos sitúa en el collado a 2250 metros de altitud cuando falta poco para las once de la mañana.

            Aquí se puede proseguir atravesando el lecho de unos minúsculos lacs prácticamente colmatados para faldear en suave descenso la Punta Intermedia y alcanzar, remontando, el collado este de Punta Malacara. Nosotros no recordamos con exactitud la cabecera del Barranco de Ayous pero tenemos la imagen de que hay algún tramo con potentes paredes. En consecuencia  proseguimos en suave ascenso y en dirección sudoeste para atacar de frente la Punta Intermedia por encima de los paredones.

Mala Cara desde la Cota Intermedia.
 
            Alcanzamos la Punta Intermedia situada a 2330 metros de altitud y desde allí se nos aclaran las ideas: las paredes más importantes están en la ladera norte de esta punta. Hay una faja amplia e inclinada que se va para faldearlas por debajo y nosotros estamos justamente encima.

            Soltamos los esquís y nos vamos arista adelante en dirección oeste.

Arista este de Mala Cara.
 
            La arista está compuesta de dos resaltes rocosos limpios de nieve que son fáciles pero incómodos con las botas rígidas. Con paciencia y buscando la nieve nos bajaremos alrededor de 100 metros de desnivel hasta que finalmente alcanzamos el collado este de la Punta Malacara.

            En suave ascenso, sobre la nieve y con el cuidado necesario para localizar las cornisas vamos ascendiendo la arista este del pico aprovechando que el sol se quiere sumar a la fiesta.

Casquete Somital Este de Mala Cara.
 
            La arista que es tan fácil como guapa nos ofrece un corto y aéreo paseo fronterizo que se remata con unas delicadas cornisas que se perfilan a nuestro ascenso, recompuestas con la nieve nueva de esta semana.

Una pareja llega por la normal a Mala Cara.

            Son las once y media un poco pasadas de la mañana cuando alcanzamos la cima de la Punta Malacara situada a 2268 metros de altitud.

La Arista de Astún desde Mala Cara.
 
            Se trata de una cima alargada y horizontal vestida de paredes especialmente acornisadas al sur. Tiene una antecima ligeramente al oeste y a la depresión entre las dos puntas llega la ruta de los esquiadores que han subido desde las inmediaciones del Ibón de las Truchas, los montañeros suelen preferir hacer la arista que sube desde el Collado de Astún ofreciendo vistas.

De cháchara en Mala Cara.
 
            Desde la cima se contempla una variada y medianamente amplia vista puesto que las nubes van de movida. Al norte el inmaculadamente blanco Valle d’Ayous en contraste con la oscura y arrogante silueta del Midí d’Ossau. Más al este Arrious, Arriel y la Arista de las Ferraturas. Al Oeste la Arista de Astún y el lecho nevado del ibón de las Truchas, La Raca, Aspe…Debajo al sur la Canal Roya y toda la arista norte del Circo de Ip  destacando la Pala de Ip y la zona de Anayet escapando hacia el este.

Los dos resaltes de la Oeste de la Punta Intermedia.
 
            Mi chica hace relaciones públicas con una pareja que ha llegado desde Astún, charlamos un rato y un cuarto de hora después nos volvemos tranquila y relajadamente  hasta el collado aprovechando nuestras propias huellas, para subir sucesivamente los dos resaltes rocosos que nos depositan en la Punta Intermedia cuando son las doce y cuarto.

Debajo del Resalte Inferior de la Punta Intermedia.
 
Rinconada de Anayet.
 
Canal Roya desde la Punta Intermedia.
 
            Nos montamos en los esquís, bajamos hasta la suave depresión por las inmediaciones de la arista y remontamos por la misma, contemplando las cornisas, hasta alcanzar la cima del Pico Canal Roya que tiene los 2345 metros de altitud como siempre. Son las doce y media y aprovechamos la cita cimera que está limpia de nieve para sentarnos a comer al tibio sol de la mañana.


            Media hora después, medio convencido de que podemos, nos vamos a bajar por el sitio que tantas veces hemos ansiado y nunca hemos realizado, ya que siempre desandamos el camino de la amplia y facilona cara nor-noroeste que es por donde subimos.

Corredor de descenso de Canal Roya.

            Para ello descendemos unos metros por la arista este-sudeste y un poco antes de alcanzar el collado de separación con la Peña Blanca, la abandonamos, damos cuatro giros, desacostumbrados para nosotros, en la pared y alcanzamos un minúsculo corredor que en diagonal, y orientado perfectamente al norte nos deposita en el lugar en que se inicia la larga diagonal de ascenso al Col de Houer. ¡Qué buena está la nieve!

            De allí para abajo optamos por abandonar la vía normal de subida  que transita la parte baja del valle y colgarnos a media ladera por la orilla derecha del mismo con el fin de trazar largas diagonales fuera de los rellanos inferiores. Por allí transitan algunas huellas y por allí bajaremos nosotros, es la manera más económica aunque te obligue  a un descenso un tanto incómodo.

Luego de frente y abreviando para remar lo menos posible.
 
            A pesar de todo hay que remar de cuando en cuando para colaborar con la fuerza de gravedad en las zonas más llanas.

            La nieve nos conduce a la parte sur del centro Pastoral y hemos de cruzar una rama de barranco que baja de la frontera para alcanzar el puente principal para remontar con los esquís en el hombro los últimos de los  770 metros movidos hoy y finalizar una enorme temporada de nieve cuando es la una menos cuarto.