8 ago 2004

21a-04. MALLO LAS PEÑAS. 8-8-2004.

Mallo las Peñas y Peña del Forato desde el sur.
 
Refugio Pastoril de la Fueba, Praderíos de la Fueba, Corredor Sudeste, Cueva del Forato de los Diaples, Corredor Sur y Cara Oeste.

08-08-2004.

Salida 08 h. Llegada 11 h.

Mixto.

Poco difícil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
 
Mapa del Mallo las Peñas procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            Cuando observas una panorámica de la Sierra de Tendeñera desde la distancia, por ejemplo desde Sabiñánigo, situado al sur de la sierra, no tienes ningún problema par distinguir perfectamente  Peña Blanca, Roya, Sabocos, Las Peñas, Forato, Ripera, Tendeñera, Otal y hasta Fenez. En la distancia tienen aspecto de unidad dentro de un conjunto.

            Sucede lo mismo el domingo 8 de Agosto de 2004 cuando transitamos la pista de San Bartolomé de Gavín y pasamos ya al Valle del Infierno. Subiremos hasta las inmediaciones del collado de separación, primero ascenderemos a Forato, a la bajada localizaremos la cueva y luego nos subiremos a Las Peñas para ver cómo está el paso hacia Sabocos salvando por debajo la brecha.

            Nos hemos levantamos a las seis de la mañana, media hora después estamos en la carretera con cierta nubosidad y a las ocho menos veinte, tras haber parado en el Barranco de San Bartolomé a coger agua por miedo a que no encontráramos agua limpia más arriba, pasamos el Refugio Matala y aparcando en el Refugio de la Fueba a 1540 metros de altitud, iniciamos la marcha. Han sido 11 kilómetros de pista.

Por el praderío con vacas  atravesamos el Barranco Refoya y un poco al este del mismo ascendemos a media ladera un tramo de pradera primero con bastante enebro y luego con mucha caliza suelta, siempre en dirección nor-nordeste llevando ya por debajo de nosotros a nuestra derecha una pequeña depresión y el Barranco Bachesango.

La Norte del Mallo las Peñas. 20-7-07.
 
            Queremos ganar altura pero manteniéndonos fuera de los paredones calizos de lo que suponemos es el Mallo las Peñas y digo suponemos porque ahora, debajo de los paredones, no se reconoce nada, ya que la pista ha entrado muy profundamente en la cadena montañosa. Además debemos alcanzar la Hoya Bachesango y desde allí progresar con cierta precisión.

            Localizamos la hoya poco más arriba puesto que el Barranco Bachesango gira hacia el norte y localizamos también la pedrera que nace en el corredor que hemos de tomar para progresar.

            Faldeamos claramente al este con el objeto de alcanzar el corredor fuera de las pedreras del cono de deyección del mismo y tras pasar una zona de placas calizas bastante erguidas pero que se suben bien, alcanzamos el corredor sobre los 2100 metros de altitud.

            Es amplio, tiene dos ramas herbosas pero nosotros subimos por el dorso intermedio ya que se encuentra muy escalonado y se sube bien.

Las Peñas y Sabocos desde Tendeñera. 23-5-06.
 
            Alrededor de 100 metros más arriba, las dos ramas del corredor se juntan en un pequeño rellano inclinado y prosiguen juntas para arriba sobre pedrera caliza suelta.

            Poco después abandonamos el corredor para proseguir un poco por su orilla izquierda de calizas más sólidas y porque, como el corredor asciende en dirección noroeste, creemos que nos pondrá demasiado encima del Mallo las Peñas.
 
Al oeste, izquierda del Forato aparece Las Peñas. 3-10-10.

            Ascendemos un poco más por cualquier parte y nos aparece a la vista el frontón de la sierra cuando el terreno se arrellana formando un amplio y plano balcón calizo de, a groso modo, unos 150 metros de ancho y del que divisamos como poco 1 kilómetro de largo.

            Aquí no distinguimos ningún pico, solamente tenemos vagas sospechas, tampoco tenemos citas confirmatorias del camino y no apreciamos ningún collado. Eso sí, para acabar la jugada hay cavidades varias, como en toda zona caliza.

Forato, Las Peñas y Sabocos desde el nordeste. 12-10-08.
 
            Hemos pasado en nuestro ascenso por la cavidad SIE 105 y nosotros buscamos la 120, algo es algo.

            Caminamos en horizontal un poco observando tres pequeñas cavidades en un primer zócalo vertical anterior a los paredones y enfrentándonos a un corredor un tanto oscuro tras el que se inician paredones todavía más potentes hacia el este, decidimos volver hacia el oeste registrando la base del frontón que limita el rellano calizo.

            Nos acercamos a otra cavidad en una zona intermedia y comprobando que no tiene continuación seguimos hacia el oeste en busca de las pedreras donde si acaba el frontón y suponemos que es el Mallo Las Peñas.

            Atravesando pedreras de deyección de corredores que bajan de los paredones nos inclinamos hacia dos oquedades oscuras y estrechas  situadas en medio de los verticales paredones. Un poco al este nos ha parecido ver al principio una cavidad.

            Encontramos algunas trazas de camino bastante horizontal en las pedreras de materiales finos y alcanzando la parte superior de un  pequeño dorso calizo de materiales compactos que limita la pedrera principal por su parte este, nos encaminamos hacia un boquete oscuro en la pared.

Dentro de la Cueva del Forato de los Diaples.
 
            Hemos encontrado, según está marcado en la pared, la SIE120, es decir, El Forato de los Diaples. Son las diez de la mañana.

            La cueva tiene una ventana superior que no sirve de entrada sino para dar luz a la cavidad principal y una entrada inmediatamente al este, a nivel inferior y en la pedrera. Un descenso de tres metros por pedrera junto a la nevera de la boca nos deposita en la sala principal de modestas dimensiones. Sobre la parte norte se observa, a 10 metros de la boca de entrada una prolongación. Se trata de una galería estrecha y descendente de alrededor de 25 metros de longitud por la que penetra la luz. Bajamos sobre pedrera suelta y alcanzamos la irregular boca norte. A la izquierda de la salida un pequeño balcón horizontal nos permite contemplar el Valle de la Ripera a la altura en el que la pista prácticamente muere y hay que abandonarla para encaramarse al circo colgante del Collado de Tendeñera.

            A nuestros pies hay un paredón calizo y vertical de alrededor de 30 metros que exige un rápel para su descenso.

Tras la boca norte hay un paredón salvaje y vertical que se despeña en el Rincón del Verde.
 
            Hacemos un par de fotos y, quince minutos después, saliendo por la boca de entrada nos vamos horizontalmente al oeste hacia la cabecera de la pedrera principal al objeto de atravesarla sin perder altura  y encaramarnos a la arista, que por la derecha del corredor que hemos subido tiene que confluir con la cima del Mallo las Peñas.

            Tendremos que perder unos metros para bajar del dorso rocoso a la pedrera y siguiendo una poco marcada huella en la misma, la atravesamos e iniciamos una pequeña trepada que nos deposita fácilmente en la mayor de las dos amplias viras herbosas e inclinadas  que recorren horizontalmente la mayor parte de la cabecera de la arista sudeste.

            Alcanzada la vira herbosa, contornemos hacia la derecha un pequeño resalte vertical y nos introducimos en una canal orientada al oeste que poco más arriba se estrecha, gira al sudoeste y se empina sobre materiales menos resistentes que la caliza general de la zona y nos deposita en un minúsculo collado de la arista sudeste.

En la Cima del mallo las Peñas con la Oeste de Forato.
 
Mallo las Peñas desde Forato.
 
Rincón del Verde las Cuevas de Forato y el Mallo las Peñas. 3-10-10.
 
            Giramos a nuestra derecha y ascendemos por cualquier lugar en dirección norte los últimos 40 metros de desnivel que nos conducen a la cima del Mallo las Peñas de 2656 metros de altitud. Son las once menos cuarto.

La Vertiente Norte de Tendeñera desde Panticosa los Lagos.
 
Un poco al abrigo de la fresca brisa  que nos acerca  pequeños retazos de niebla contemplamos el paisaje y almorzamos un poco ya que hasta ahora ni hemos comido ni bebido nada.
 
Hacia el Rincón del Verde. 2-1-10.

            Las nieblas juguetearán un poco con las cimas circundantes pero a pesar de ello podremos contemplar el recóndito Circo de Refoya entre Las Peñas y Sabocos, la escondida brecha, el inestable y vertical corredor que sube a la cima por la ocre pedrera este y el descenso complicado hasta el collado de separación de estos dos picos.

Aquí puedes ver la Continuación.

 

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