15 ago 1997

7-97. UNA VECINAL AL PICO DE LOS MONJES. 15-8-1997.

Monjes, Midi e Ibón de Escalar. 12-6-06.

Astún, Barranco Escalar, Ibón de Escalar, Ibón de las Truchas, Ibón de Escalar, Collado de los Monjes, Pico de los Monjes, Pico escalar y Pico Belonseiche

15-08-97.

Salida 17 h. Llegada 17 h.

Mixto.

Fácil.

9 p.

2 d.

Ascensión.

Pablo, Pilar, Maricarmen y Miguel Bandrés, Raquel y Paco España, Rosa Mª Martínez y Biola y Mariano Javierre.

Mapa de los Monjes procedente de Iberpix. Vía en amaraillo.
            El puente de la Virgen de Agosto lo íbamos a destinar a la acampada con el personal de la urbanización. Así se había decidido.

            El jueves día 14 por la tarde, pues Rosa trabaja hasta las dos y media, terminamos de llenar el coche y a las cuatro salimos para Astún. La tarde está estupenda, algo no demasiado usual en este extraño verano del 97.

            Aparcamos tras el hotel y con las mochilas al hombro nos vamos por el terraplén, de frente para arriba, lo que saca los colores a los tres niños. Son casi las cinco de la tarde.

            Superado el terraplén alcanzamos la pradera y en dirección norte nos vamos al encuentro del barranco. Pasamos la alambrada y alcanzamos el rellano de la orilla derecha del Barranco de Escalar.

Barranco Escalar. 17-5-15.

            Llevamos la mitad de camino cuando cruzamos el barranco y echamos un trago de agua que sudaremos en la soleada pendiente, que por buen camino nos llevará a la cubeta lacustre donde se asienta el Ibón de Escalar y que es el lugar elegido para nuestro campamento.

            Son las seis menos diez cuando llegamos. No ha llegado a una hora lo que nos ha costado; hemos subido bastante bien.

            Plantamos las tiendas en el plano praderío al sudoeste del ibón, y en la piedra plana de junto al ibón dejamos todo lo que hemos traido para comer.

Ibón de Escalar o de las Ranas.

            Voy a por agua a un barranco que baja de Belonseiche y luego tomamos el sol plácidamente mientras esperamos que se haga la hora de cenar.

            Cenamos a las ocho y somos capaces de llenar a Pablo, lo que ya es un logro.

            A las nueve nos vamos paseando por la pista hasta el Ibón de las Truchas. Allí en las hamacas del bar contemplamos la llegada de la noche a la vez que aguardamos a la llegada de las niñas que vienen remoloneando.

            Volvemos de noche a las tiendas y nos empiltramos. Son las diez y media.

            Pasamos una buena noche de caballos con Pablo en medio de nosotros dos. Biola y Pilar duermen en la otra tienda.

            A las ocho de la mañana nos levantamos y desayunamos en medio de una mañana agradabilísima.

Ibón de las Truchas o de Astún.

            A las nueve nos vamos con Pablo, pues las niñas se quedan en la tienda, de nuevo por la pista al encuentro del personal que ha de subir en la silla del Ibón de las Truchas. Apartamos  a un nutrido rebaño de ovejas que ha pasado la noche en la pista. Parece ser que este año hay más ganadería en este Pirineo, a juzgar por lo que hemos visto.

            Cuando alcanzamos el ibón comienzan a llegar en la silla los primeros. No suelen abrir hasta las diez. Hoy lo han hecho antes porque hay un grupo que va a hacer la travesía desde el ibón hasta el Lago de Bious Artigues. Con ellos suben Jesús, Araceli y Ernesto Ubieto entre un grupo de veinte personas. Van con el cuñado de Jesús que trabaja en la estación de Astún. Lo tenían previsto desde hace bastante tiempo.

            Raquel, Paco, Mari Carmen y Miguel llegan también con ellos y todos juntos nos vamos por la pista hacia el Ibón de Escalar. El grupo se marcha luego al Collado de los Monjes y nosotros nos vamos a la tienda.

            Organizamos un poco el almuerzo en las mochilas y nos vamos hacia el Pico de los Monjes. Son las diez y cuarto.

Desde el Collado de los Monjes.

            Biola tiene presión en el pecho y se queda abajo. Raquel, Paco y Mari Carmen se quedan en  el Collado de Los Monjes y Miguel, Pablo, Pilar y yo nos vamos al pico.

            Dejamos el camino y por medio del praderío, algo pendiente, alcanzamos el camino que sube desde el collado, muy próximos a la cresta.

            Contorneamos por el oeste un promontorio y en dirección nornordeste nos acercamos al casquete somital. Se trata de un paredón de unos 50 metros de desnivel, un tanto empinado, pero que salvada la entrada que no tiene dificultad, se va haciendo luego por un marcado camino en el que hay que apoyar las manos de vez en cuando.

            Pablo que tiene miedo al principio termina disfrutando. Pilar sube estupendamente y Rosa, que ha dejado a Biola en el ibón, sube como una moto.

Monjes y Midi casi gemelos. 15-8-97.

            En la cima del Pico de los Monjes a 2349 metros almorzamos un poco y hacemos alguna foto. Rosa se marcha inmediatamente de haber llegado. Después llega un grupo nutrido de franceses cuando iniciamos el descenso.

            Hemos subido en una hora, muy despacio, y ahora vamos a hacer la cresta hasta el Pico Belonseiche.

            Hemos subido en dirección norte y vamos a continuar virando al oeste y posteriormente al sur para ir contorneando el circo. Se trata de una serie de lomas anchas recorridas por un caminillo.

            Pasamos el Pico Escalar y Pablo comienza a protestar, se ha enterado de que el personal ya ha vuelto a las tiendas y prefiere el jolgorio al ejercicio.

            Pilar se adelanta hasta el Belonseiche y cuando baja hacia las tiendas le alcanzo a Pablo. Miguel y yo continuamos para arriba. El día está un poco nublado y estupendo para caminar.

            Son las doce y media cuando alcanzamos la cima del Pico Belonseiche a 2298 metros de altitud. Encontramos a uno en la punta, hacemos una fotografía, y en veinte minutos, tranquilamente nos bajamos a las tiendas.

Volviendo a Astún.

            Las señoras preparan la comida y a la una comemos con amenaza de lluvia, amenaza que al final se confirmará. El segundo plato lo comemos de pie y a la carrera, al igual que el postre.

            Refresca y el café caliente de los termos nos sabe bueno.

            Son al final unas gotas las que terminan por meternos en las tiendas. Yo me echo hasta una siestecilla.

            A las tres y media ya se han pasado las gotas. Recogemos las tiendas y hacemos las mochilas. A las cuatro y cuarto nos vamos para abajo con las protestas de Paco que hubiera preferido bajar en la silla.

            Bajamos en cuarenta minutos, las niñas en menos. Paco y Rosa que se ha quedado con él llegan más tarde. No nos hemos hecho mucho mal haciendo 800 metros en dos días.

            A las seis de la tarde estamos en casa. El año que viene iremos a los Lagos de Panticosa.

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