12 jul 1992

11-92. TRAVESIA DE LAS TRES SORORES. CILINDRO DE MARBORE. 12-7-1992.

Tres Sorores desde el Pueyo de Mondicieto. 27-9-00.

 Pradera de Ordesa, Cola de Caballo, Refugio de Góriz, Ibón Helado, Corredor Este y Arista Sur al Cilindro.
12-07-92.
Salida 17 h. Llegada 08:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
2 d.
Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Cilindro procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            ¿Qué montañero no ha soñado alguna vez  con hacer la Travesía de las Tres Sorores?
            Se la propuse a mi señora como preparación a la marcha a los Alpes del 89 pero quedó relegada para otra ocasión y sustituida por los Gabietos y el Taillón desde las casas de Ordesa.
            Otra vez, ahora como preparación a los Alpes 92, la vuelvoa proponer y tras el fracaso del Circo de Ip decidimos hacerla a la semana siguiente.
            Pretendía hacerla de tacada, 2597 metros de subida y otros tantos de bajada, pero Rosa se niega a hacerlo si no nos vamos a dormir a Góriz. Por tanto, el sábado 11 de Julio a media tarde, son las cuatro, nos vamos con el coche a comprobar  una vez más que hasta la Pradera de Ordesa empleamos una hora.

La Virgen del Pilar de Ordesa.

            El aparcamiento está bastante lleno como es habitual a pesar de que la gente diga que en Julio no hay turismo.            
           Aparcamos casi al final y con poca ropa, lo que significa que las mochilas van cumplidas, salimos a las cinco de los 1300 metros de altitud, cañón adelante hacia el este.
            El conocido camino está como es natural, lleno de gente, turistas fundamentalmente en una tarde excelente para disfrutar de las deliciosas sombras del hayedo por ejemplo. Hay algunas nubes no demasiado consistentes y bastante diseminadas en las alturas.
            Subimos a tren para que no se n os haga fresco y agradecemos la sombra  sobre la que tomamos algunos atajos.

Gradas de Soaso, fuente de sensaciones. 4-9-09.

            Pasadas las Gradas de Soaso dejamos a la multitud atrás aunque quedan los rezagados de la Cola de Caballo y alargamos el paso en el llano superior del Circo de Soaso. Unas nieblas altas decoran el circo más alto. El tiempo no está seguro pero no quedaba ya otro fin de semana para esto, ya que el último lo habíamos destinado para pasarlo en familia.

Cola de Caballo.

            En hora y tres cuartos llegamos a la Cola de Caballo. Paramos cinco minutos para quitarnos las mochilas de encima y echar un trago de agua y reanudamos la marcha por las Clavijas de Salarons equipadas con cadena nueva. Encontramos gente; la montaña, al menos la más cómoda, está plagada y eso que es Julio.
            Tres cuartos de hora después llegamos a Góriz con la máquina bien caliente. Hemos subido en dos horas y media los larguísimos 860 metros de desnivel y estamos a 2160 metros y bien sudados.
            En la puerta del refugio dejamos las mochilas y entramos a encargar literas para pasar la noche. Luego salimos al sol para secar un poco la ropa humedecida por el sudor mientras vamos preparando la cena.
            Cenamos en medio del personal que pulula por los alrededores del refugio, fregamos los cacharos y nos preparamos la leche que tomamos dando por terminado el asunto.
            Entramos al refugio, dejamos preparado el desayuno en la cocina libre y nos metemos en el comedor para olisquearlo todo un poco. Charlamos con Amador, guarda del refugio que nos da recuerdos para Roberto Lacoma y no nos saca de dudas respecto . al paso entre el Perdido y el Soum. Nos dirá que no ha pateado la zona. Nos invita a un pacharán que no aceptamos y sobre las nueve nos vamos a las literas: descansaremos si no podemos dormir pues el día siguiente viene cargado.

 El Ibón Helado. 26-6-12.

            El domingo 12 de Julio llega a las cinco y media de la mañana. No es necesario antes pues se hace de día a las seis.
            Nos levantamos, desayunamos y recogemos abreviando: hay que aprovechar el tiempo. A las sesis, entre dos luces, nos vamos a buscar el camino. Dudamos un poco pero superado el primer resalte nos incorporamos definitivamente al camino en dirección nordeste no muy lejos del Barranco de Góriz.
            Subimos a ritmo aproximándonos al Contrafuerte Oeste de la Punta de las Escaleras y alcanzamos el rellano en el que deambulamos un poco sobre el enorme caos de rocas que esta vez pasamos por su parte este. Luego continuamos ascendiendo sobre los primeros neveros que nos conducen al resalte bajo el Ibón Helado, son las ocho menos cuarto cuando lo alcanzamos. Estamos a 3000 metros y somos los primeros en llegar.

La vía normal al Cilindro desde el Perdido. 26-6-12.

            Virando al noroeste  nos vamos en busca de la pedrera del Corredor Sureste del Cilindro, hermano gemelo del Noroeste del Perdido aunque sea más corto y más soleado.
            La pedrera se viste de nieve inmediatamente, nieve que tocada por el sol comienza a remitir de la dureza nocturna a esta altitud aunque se trata de un lugar abrigado.
            Subimos un poco por unas huellas y otro poco haciéndonos huella con la ayuda del piolet, fundamentalmente en el tramo final bastante empinado.
            Terminamos el corredor que desemboca en la base de la Cresta Oeste del Cilindro, un viento helador nos mete en la reconsideración de los posibles rigores de un tresmil en cualquier época del año.

Las dos Chimeneas del Cilindro vistas desde el Pitón Sudoeste del Cilindro. 9-8-96.

            Tomamos la misma vía que la vez anterior, la situada más al norte que es una trepada corta sobre la cara norte que termina en la cresta.
            Azotados por el viento subimos incómodos e inseguros y tanto más cuanto que algunas lajas están vestidas de hielo transparente, lo que no supone un placer presisamente.

Chimenea situada mas al oeste que tomamos para el ascenso. 9-8-96.

            Continuamos por la cresta que liquidamos tras un paso feo. Luego se allana y se ensancha convirtiéndose en un amplio rellano ligeramente ascendente hacia la cima.
            Alcanzamos la Cima del Cilindro de Marboré a 3328 metros de altitud cuando son las ocho y media de la mañana. Hemos empleado tres cuartos de hora en subir desde el Ibón Helado.

Ni cinco minutos, pero hacemos la foto del Perdido que viene detrás.

            La cima está desagradablemente venteada, algo que no tiene casi nada que ver con nuestra visita anterior, pero allí estamos congelándonos; así que buscamos abrigo sobre la zona este que nos permite contemplar la subida al Perdido en la que empieza a mover la gente sobre la parte baja del corredor noroeste que fotografiamos.
            Con todo no le dedicamos al pico ni siquiera cinco minutos y por donde hemos venido nos volvemos.

Para ver la Continuación.

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